‘No sentirte sola es sumamente valioso’
El 1 de junio pasado, en plena contingencia por el Covid-19, la celayense Ma. Guadalupe Sierra Samaniego, de 53 años, recibió un diagnóstico de sospecha de cáncer de mama, el cual tras una biopsia le fue confirmado, comenzando así una lucha por su vida, a la que se enfrenta día con día con sus mejores herramientas y el apoyo de familia y allegados.
“Tengo la bendición de haber tenido la experiencia de ayudar a otras personas en esta situación, y la vida, y Dios me puso ahora de este otro lado, a vivirlo, afrontarlo y resolverlo”.
Lupita es Licenciada en Psicología Educativa desde hace 30 años, y cuenta con formación Tanatológica con alrededor de 8 diplomados y consultoría avanzada del área clínica, en la atención a pacientes en etapa terminal.
“Cuando recibo mi diagnóstico, al igual que cualquier otra persona, vivo una crisis emocional importante; la primera etapa es la negación, uno dice no me puede estar pasando a mí, unos días queda uno definitivamente muy afectado, pero después llega la parte resiliente y con toda la formación que he llevado, estoy consciente de la situación: lo vivo, ya me dolió, entonces, ¿ahora qué voy a hacer?, voy a tomar acción para poder solucionar, buscar alternativas de ayuda y la atención médica”, narra.
Lupita, quien es derechohabiente del ISSSTE, al buscar atención médica, se vio afectada por la falta de servicios por la contingencia.
“Empiezo a tocar puertas y no hay consultas, no hay especialistas; entonces de manera particular tuve que hacer mi cirugía (con costo de unos 80 mil pesos) porque el tumor era de aceleración muy rápida, y posteriormente buscar el apoyo con el área médica del ISSSTE para que me den seguimiento con mis quimioterapias”, cuenta.
Finalmente pudo tener atención en el área de oncología en León donde a la fecha ha recibido tres quimios, y al momento de la entrevista estaba por recibir la cuarta de ocho que requiere, sin embargo tenía incertidumbre de recibirla por falta de medicamentos.
“Mañana tengo la aplicación pero faltan medicamentos, nisiquiera sé con certeza si me la puedan aplicar, habrá que esperar a que lleguen y puede ser una semana más, ya antes me pasó”, explica.
Al concluir las quimios necesitará radiaciones de lunes a viernes durante un mes y después refuerzos, es decir, otro medicamento cada 21 días hasta tener 17 dosis. Y si todo va bien el proceso le llevará al menos año y medio.
LA ARROPA RETO
Buscando alternativas de apoyo, Lupita llega a Grupo Reto, donde además de ser ayudada, ahora forma parte de su voluntariado.
“Cuando llego aquí y el que me reciban con la calidez que la señora Silvia (Cornejo, presidenta del grupo) me recibe, me da mi kit para rehabilitación del brazo, el que te arropen, te den la bienvenida, que te digan no estás solita, si necesitas hablar, llorar, pues aquí estamos…
“Entonces en mi parte del voluntariado, si puedo ofrecer algo a través de mi preparación profesional, estoy para servir, porque aquí se trata de hacer un trabajo de ayuda mutua”, expresa.
Lupita considera muy valiosa la experiencia de conocer a otras personas que han pasado el proceso y puedan compartir su experiencia.
“Es muy importante, tan solo en la sintomatología, porque a veces el médico no te lo va a decir o te dice se te va a caer el cabello, o incluso ya lo sabes, pero no sabes lo impactante que es y cómo aminorar ese impacto.
“Es impresionante el deterioro tan acelerado que se vive, entonces el que alguien más te pueda escuchar y te diga no te preocupes, va a pasar, estaremos acompañándote en esto, es sumamente valioso”, confiesa.
Aparte del choque emocional que provoca que te quiten una mama, el que se te caiga el pelo a mechones, que la uñas se vayan debilitando y te lesiones muy fácil, que haya pigmentación en la piel y la cara por el medicamento, son parte de los síntomas devastadores que padece una paciente con cáncer, por ello Lupita destaca la importancia de que alguien que ya lo vivió y lo superó te pueda guiar durante el proceso. .
La tanatóloga asegura que también los amigos y familia son muy importantes.
“Mis hijos han sido fuertes y han tenido una apertura hermosa para apoyarme, y mi esposo igual, desde el primer momento ha estado ahí, y mi hermana ha sido un apoyo incondicional.
“Es sumamente importante que se de uno cuenta que ahí están, que no está uno solito en esto”, concluye.