Promete Obrador abrir investigación judicial
» El Presidente exigirá que se indague a la DEA y que comparta información sobre Cienfuegos » Intenta quitar al general de los focos para que sea él quien responda por el ‘escándalo’
Desde la detención el jueves del exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos, cada intervención del Pesidente marca un poco más de distancia con el otro golpe reciente de EU a un alto funcionario mexicano, el exsecretario de Seguridad Genaro García Luna.
Ambos están acusados de haber trabajado a sueldo para el crimen organizado, invitando al narcotráfico a corroer por dentro las instituciones mexicanas.
Sin embargo, mientras la caída del hombre fuerte de Felipe Calderón era para Andrés Manuel López Obrador un indicio grave de que “no había un Gobierno independiente, sino un narcoestado”, ahora considera que “no es lo mismo el secretario Cienfuegos que una institución”.
Si ya van al menos 18 funcionarios despedidos en la actual Secretaría de Seguridad, López Obrador ha descartado una “limpia” al interior de las Fuerzas Armadas. Si antes había que respetar las investigaciones de EU, ahora toca exigir que se investigue a la DEA y que comparta información para abrir una investigación judicial en México.
Para López Obrador, los dos casos son diferentes fundamentalmente porque la detención de Cienfuegos, más allá de erosionar más todavía el sexenio y la figura de Enrique Peña Nieto, significa un torpedo en la línea de flotación del Ejército mexicano, convertido en lo que va de su mandato en uno de sus pilares fundamentales, ampliando como nunca su poder y su influencia.
“Voy a estar yo pendiente y le he dicho al general Sandoval que se procure no estar declarando sobre este tema”, anunció ayer.
La protección del Presidente llega ahora al extremo de retirar a Sandoval de los focos para que sea exclusivamente él quien responda sobre el escándalo: “como comandante supremo voy yo a ser el vocero, porque es un asunto muy delicado y yo quiero darle seguimiento e informar para que no se preste a un golpeteo injusto contra la institución”.
Espoleando uno de sus mantras favoritos, la soberanía nacional, el Presidente se comprometió además a iniciar una investigación judicial en México por vía de la Fiscalía General de la República, algo que no ha sucedido todavía en relación con el caso de García Luna, que avanza únicamente en los tribunales de Nueva York, los mismos que enjuiciaron al Chapo Guzmán.
En esta ocasión, sin embargo, parece que si entrará en juego la justicia mexicana: “Yo voy a pedir toda la información sobre este tema porque es una institución de instituciones, es un pilar del Estado mexicano”.