Opera caseta de Tlalpan como ‘base’ de protesta
La caseta de Tlalpan pasó de ser una plaza de cobro a automovilistas a convertirse en la “base” de operaciones del Colectivo Libertario Zapata Vive.
Entre sus carriles, 30 casas de campaña fueron instaladas y se esperaba la llegada de una parrilla para adecuar un área de cocina para preparar alimentos.
Desde ahí, sus integrantes salen a “comisiones” y después regresan a reportar los resultados. Una de esas misiones era ir al penal de Santiaguito, en el Estado de México, donde se encuentra internada su líder Kenia Hernández, para apoyarla en la audiencia inicial luego de su detención la noche del domingo.
Los seguidores de Hernández reportaron que policías antimotines ya los aguardaban y no les permitieron manifestar el apoyo a su líder, por lo que irían a la Secretaría de Gobernación.
“Somos alrededor de 250, pero de aquí unos van de comisión, por eso luego hay menos”, comentó Jesús Hernández, vocero de la organización.
Él asegura que ellos no son violentos, a diferencia de otros grupos.
“No hacemos esto para enriquecernos, si lo hiciéramos para eso pues en tres años que llevamos haciendo esto ya seríamos ricos y qué chingados haríamos aquí”.
Los integrantes del Colectivo Libertario Zapata Vive aseguran que permanecerán en la caseta de Tlalpan hasta que su líder Kenia Hernández sea liberada, pues aseguran que fue detenida de manera arbitraria.
A diferencia de otras ocasiones, los manifestantes no piden dinero a los conductores, sino que dejan que pasen sin pagarle a Caminos y Puentes Federales (Capufe).