Corredor Industrial

Da triunfo de MAS oxígeno a izquierda

» El regreso al poder del partido del expresiden­te Evo Morales redibuja mapa político en Latinoamér­ica, sin embargo descartan la participac­ión del exlíder

- Francesco Manetto Carlos Valdez

El regreso al poder del partido del expresiden­te Evo Morales, MAS, en Bolivia redibuja el mapa de los equilibrio­s políticos de Latinoamér­ica. El triunfo del exministro Luis Arce tuvo un gran alcance simbólico. Su victoria redefine alianzas y da oxígeno a los proyectos de izquierda.

A dos días de la contienda, los cómputos oficiales —que llegan al 72% del escrutinio— siguen perfilándo­lo como el vencedor y una pregunta continúa en el aire: de confirmars­e en el poder, ¿qué tanto se distanciar­ía de su mentor y expresiden­te, Evo Morales?

“Yo soy otra persona muy diferente”, dijo en entrevista a The Associated Press.

“No vamos a estar a la sombra y hacer caso a todo lo que nos diga a la oreja el compañero”, agregó.

Arce admite que existen coincidenc­ias entre ambos —después de todo fue ministro de Economía de su gobierno y a él se le atribuye una época de prosperida­d en Bolivia— pero asegura que “vamos a tomar muchas decisiones de diferente manera y vamos a trabajar a nuestra manera”.

Cuestionan retorno

Un posible retorno de Morales ha Bolivia se ha cuestionad­o desde que se difundiero­n los resultados de las encuestas —especialme­nte después de que el mismo Morales dijo que “tarde o temprano” volvería— pero Arce se muestra cauto al respecto.

Hasta el momento el exmandatar­io se mantiene exiliado en Argentina porque en su contra pesan varias denuncias penales, ante lo que Arce comentó: “eso tiene que hacer la justicia, nosotros no vamos a indultar a nadie”.

Con respecto a su eventual gobierno, Arce también se mostró con mayor apertura a su mentor. Durante la entrevista aseguró que impulsaría una política “abierta a todos” e incluso se propondría reconducir la maltrecha relación con Estados Unidos.

“Nosotros queremos tener relaciones con todos... Trataremos a todos como iguales. Vamos a invitar a los que quieran venir... Yo no tengo problemas con nadie”, aseguró.

Una resolución del pueblo

Las elecciones generales celebradas el domingo después de casi un año de Gobierno interino devolviero­n el control al Movimiento al Socialismo (MAS). Y si esa formación pudo ganar sin Morales y su antiguo vicepresid­ente, Álvaro García Linera, ambos asilados en Argentina, la votación fue de alguna manera un plebiscito sobre el exmandatar­io depuesto en 2019 en medio de acusacione­s de fraude.

Uno de los mensajes difundidos por el líder indígena en las redes sociales tras conocer los resultados preliminar­es compone una fotografía de esas alianzas, en la que figuran nombres con trayectori­as a veces radicalmen­te distintas, pero que tienen un común denominado­r: su oposición al bloque conservado­r en Sudamérica, encabezado por Jair Bolsonaro e Iván Duque.

“Además del pueblo, varios presidente­s y expresiden­tes salvaron mi vida”, manifestó Morales antes de agradecer al argentino Alberto Fernández, al mexicano Andrés Manuel López Obrador, al cubano

Miguel Díaz-Canel o al venezolano Nicolás Maduro.

Los dos primeros fueron esenciales en noviembre del año pasado, cuando las Fuerzas Armadas bolivianas forzaron la renuncia del gobernante, que llevaba 14 años en el poder, y precipitar­on su salida del país.

Morales viajó primero a México y más tarde se instaló en Argentina, donde continúa desde entonces. El lunes por la noche cenó con Fernández, quien no dudó en calificar los hechos que convulsion­aron a Bolivia de “golpe de Estado”. En términos parecidos se pronunciar­on los demás.

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Foto: AP El presidente de Bolivia, Luis Arce./

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