El cubrebocas
¿ Qué tiene ese trocito de material que tanto nos hace ver todas nuestras diferencias? Pareciera hoy que las ideologías se expresan en la actitud de ponerse o no al cubre bocas. Si te resistes a ponerlo, estás en sintonía con AMLO. Si lo usas, entonces, eres su opositor.
La ciencia médica, los lineamientos de la OMS Organización Mundial de la Salud, nos indican que el cubre bocas nos ayuda a reducir la probabilidad de contagio, al igual que otras medidas como quedarnos en casa, guardar sana distancia, sanitizar áreas, poner gel en las manos y lavarnos las manos. Todos lo escuchamos, pero pocos lo hacemos.
Sabemos que nuestro querido País tiene a una enorme mayoría de compatriotas que, por su bajo nivel de escolaridad, -resultado esto, sí, de nuestro injusto sistema social-, siguen ejemplos, tienen prejuicios, construyen mitos y creencias. Y cuando sus líderes, tomados como ejemplo, tienen determinadas conductas, los imitan. En la escuela, en las fábricas, en las calles, los líderes ejemplifican valores y éstos son adoptados por los seguidores.
...soy de los que no entiendo que AMLO no use el cubrebocas y en todas las oportunidades que tiene, se resista a las medidas que su gobierno dice promover.
Por eso, es tan importante en un País como el nuestro, que todos, desde donde estemos, provoquemos ejemplos para tomar medidas contra el COVID 19. Empezando por declarar permanentemente que la pandemia sí existe y que somos responsables no solo de nosotros mismos, sino de los demás. Por eso, soy de los que no entiendo que AMLO no use el cubrebocas y en todas las oportunidades que tiene, se resista a las medidas que su gobierno dice promover. Hay casos ejemplares en el Gobierno federal, como el Secretario de Educación Pública y la Jefa de Gobierno, que saben la importancia del ejemplo y por eso, lo han convertido en uso generalizado en sus áreas de influencia. Como decía Esteban Moctezuma, él “está al frente de la institución que inculca ejemplos y conductas” y Claudia Sheinbaum, que conduce la ciudad más poblada del País.
Se ha documentado en medios de comunicación, sondeos de opinión y en redes sociales, que el rechazo al uso del cubrebocas en las clases populares está fuertemente influenciado por el Presidente AMLO quien en todas las declaraciones relativiza la pandemia y hace reiteradas afirmaciones de que “ya salimos” de ella. Por eso, el cubrebocas se ha convertido en más que un trapito que distingue a ricos y pobres por su precio y calidad, sino también, gracias al Presidente, en un recurso ideológico donde afloran todas nuestras diferencias.
Esta semana, el diputado Fernández Noroña nos dejó ver todo lo que tenemos los mexicanos (y los políticos), de prepotencia, arrogancia, testarudez, necedad y fanatismo. Con un millón de infectados y más de 100,000 muertos, Noroña se negó en una sesión del INE, con las ínfulas que inflaman a los diputados con su fuero, a afirmar que el uso del cubrebocas era una estrategia del INE para inhibir su libertad de expresión. Este político es una triste imagen viva de todo lo peor que hemos provocado como sociedad al confundir protocolos de salud con el quitar la libertad de uso de la voz.
Mal hace nuestro Presidente, líder de millones de mexicanos pobres, en no darles una señal clara de que el cubrebocas es indispensable al igual que las demás medidas de prevención. Al publicar su Cartilla Moral, nuestro Presidente debió escribir que, en el caso de las medidas preventivas, éstas son necesarias para que el pueblo sencillo -que por mayoría le sigue-, disminuya las tasas de letalidad que se ha comprobado, son las más altas del mundo. Si los estudios sobre los perfiles de muertos muestran precisamente que el coronavirus ha atacado preponderantemente a los más pobres, es cuando más AMLO debería usar su liderazgo para formar a quienes lo siguen.
La pandemia nos deja muchos aprendizajes en medio de tanta muerte. Nos tiene que llevar, como esta semana lo dijo el Papa Francisco, a tocarnos el corazón y a ser más solidarios. Y esto tiene que ver con re educarnos en valores, actitudes y conductas para nuestras normas de conducta, donde la prevención y el cubre bocas, no deben ser asunto de ideologías, sino de ejemplo.