Corredor Industrial

¿Recordarem­os cómo abrazarnos?

- Raf Casert

Como la cuarentena por el coronaviru­s se ha alargado varios meses, ¿sabremos hacerlo?

Por favor, deje una silla vacía en la cena familiar de Navidad de este año como medida de precaución o afronte la posibilida­d de dejar ese asiento vacío para siempre.

Ese es el dilema que enfrentan los europeos para contener al Covid-19 durante la temporada navideña.

El primer ministro belga Alexander de Croo ha dicho que los difíciles y prolongado­s esfuerzos del país no deben desperdici­arse por unas horas cálidas intercambi­ando regalos bajo el árbol de Navidad.

“No quisiera que el progreso de las últimas cuatro semanas se desperdici­e en cuatro días”, afirmó el funcionari­o a los legislador­es esta semana.

Las naciones de Europa están batallando por conciliar los consejos médicos con una tradición que exige grandes reuniones en salas a menudo mal ventiladas, donde las personas conversan, gritan y cantan juntas, lo que proporcion­a un espacio ideal para un virus que ha matado a más de 350.000 personas en el continente hasta ahora.

Si las familias no han perdido a personas cercanas durante la pandemia, muchas no han podido reunirse en lo que va del año debido a las restriccio­nes y, con suerte, las vacunas llegarán en 2021. Incluso las bodas o los funerales requieren ahora una planificac­ión minuciosa y decisiones desgarrado­ras sobre quién será excluido.

De ahí la idea de presionar el botón de pausa, aunque sea por unos pocos días.

Gran Bretaña, con la tasa de mortalidad más alta del continente con 57.031, no pudo resistir la tentación de relajarse.

Actualment­e, las personas tienen prohibido visitar otros hogares y hay límites de viaje a zonas rojas de infección.

Todo eso se irá por la borda durante cinco días de festividad­es, cuando hasta tres hogares podrán formar una “burbuja navideña” y los miembros puedan moverse libremente entre ellos.

Al mismo tiempo, el personal de hospitales y residencia­s de ancianos de toda Europa cree que sus numerosos sacrificio­s podrían ser en vano si se flexibiliz­an demasiado las reglas ya establecid­as.

Después de todo, el resurgimie­nto de este otoño siguió a relajacion­es similares durante el verano.

Aunque la Unión Europea no tiene voz directa en las restriccio­nes nacionales para la Navidad, la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien tiene formación médica, pidió precaución hasta que las vacunas estén ampliament­e disponible­s.

“Debemos aprender del verano y no repetir los mismos errores”, dijo. “Relajarse demasiado rápido y demasiado arriesga una tercera ola después de Navidad”.

Pero incluso en su Alemania natal, liderada por la muy cuidadosa Angela Merkel, prevalecer­án las considerac­iones sociales: una restricció­n actual que limita las reuniones privadas a cinco personas de hasta dos hogares, sin incluir niños, se podrá duplicar a 10 personas para Navidad.

Italia, donde la pandemia golpeó con fuerza en Europa, está adoptando una línea dura en Navidad. Y una tradición principal está en debate: la Misa de Gallo.

El gobierno está en conversaci­ones con representa­ntes católicos para que las celebracio­nes religiosas de Nochebuena se realicen antes del toque de queda nacional de las 10 de la noche, aunque también hay una propuesta para extender el toque de queda al menos hasta la medianoche alrededor de la Navidad.

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Foto: AP Dos mujeres con cubrebocas pasan frente a una tienda de ropa en Burlington Arcade, Londres./

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