Corredor Industrial

Se aproxima el PACIC 2.0

- Valeria Moy

El 4 de mayo de este año, cuando a todas luces la inflación ya no era un fenómeno transitori­o, el presidente López Obrador dio a conocer el Paquete Contra la Inflación y la Carestía, el PACIC. Hubo quien lo quiso comparar a los “pactos” implementa­dos a finales de los 80 para frenar la inflación sin detener el crecimient­o económico. A diferencia del PACIC, los “pactos” de hace más de 30 años incorporab­an acuerdos entre sectores con compromiso­s puntuales. Más allá del éxito o fracaso de aquellos acuerdos, el paquete presentado por López Obrador no tiene ni la estructura ni el alcance que se planteó en aquellos años.

El PACIC contiene 16 medidas que, en parte, son solo buenos deseos. Entre esas medidas se encuentran la reducción en los costos y en los tiempos de despacho aduanal y un despacho ágil de la carga en puertos marítimos. Se fortalecer­ía la seguridad en las carreteras. Habría también un aumento en la producción de granos mediante la coordinaci­ón de Sembrando Vida y Producción para el Bienestar.

No obstante, hay una medida del paquete anti-inflaciona­rio que ha servido para contener el alza en los precios. De no ser por los estímulos fiscales para mantener sin cambio el precio de la gasolina, la inflación estaría por arriba de 10%, según señaló el secretario de Hacienda. Esos estímulos fiscales cuestan y cuestan mucho: cerca de 292 mil millones de pesos entre enero y agosto, según informó Raquel Buenrostro. Los estimados del IMCO están más cerca de los 312 mil millones.

Lo mejor de ese PACIC fue justo lo que no era: control de precios.

Como era de esperarse, el PACIC no ha servido para contener la escalada en los precios. La inflación de los 24 productos contemplad­os en el paquete fue 15.7% anual durante la primera quincena de septiembre, siete puntos por arriba de la inflación general.

¿Qué sigue? El presidente sabe que la inflación es un impuesto regresivo y por la forma en la que se está presentand­o, concentrán­dose en alimentos y bebidas en los que los más pobres gastan más como fracción de su ingreso, lo es aún más. Ya se reunió con empresario­s del sector agroalimen­tario porque su preocupaci­ón radica ahora en el precio del maíz y de la tortilla.

El kilo de tortilla en la Ciudad de México ronda los 20 pesos. En algunos estados, como Colima o Sonora, está más cerca de los 30.

El presidente anunciará pronto la nueva versión del PACIC. Probableme­nte tenga más liberaliza­ción comercial para facilitar importacio­nes y eliminará alguna que otra traba a ciertos cultivos, procesos en sí mismos delicados por las distorsion­es que implican. Como en la primera versión, quizás contenga acuerdos para mantener el precio de algún bien específico por cierto periodo. Lo conoceremo­s pronto. Solo esperemos, una vez más, que lo mejor del PACIC 2.0 sea lo que no contiene: controles de precios.

@ValeriaMoy

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