Empeora la crisis
Para producir cerveza -más o menos se necesitan dos litros y medio de agua para producir un litro en México-, las cervecerías de aquí compran derechos para obtener acceso al agua del Gobierno federal por medio de acuerdos que pueden durar décadas.
El permiso de Heineken para el agua en Nuevo León, equivale a unos seis millones de metros cúbicos al año, según Samuel García, gobernador.
Los acuíferos de donde extrae el agua la planta son distintos del suministro municipal, el cual depende principalmente de tres presas.
En su mayor parte, esto permitió que la empresa evitara el mismo destino que Monterrey este verano, cuando la falta de lluvia impuso récord y redujo el suministro de las presas, comentó Salvador Corrales, profesor del Colegio de la Frontera Norte, quien ha estudiado el uso de Heineken en la localidad.
Cuando empeoró la crisis, las autoridades comenzaron a presionar públicamente a las empresas privadas que tienen derechos significativos sobre el agua para que cedieran parte de su cuota a la ciudad.
Más o menos al mismo tiempo, García señaló que Heineken solo estaba usando dos terceras partes del agua a la que podía acceder y le exigió a la empresa que enviara el excedente al estado.
Heineken accedió a una transferencia temporal de 600 mil metros cúbicos, además de una entrega desde sus pozos equivalente a un 20% del consumo de la cervecería.
La cervecera también llenó cinco camiones cisterna con agua potable cada semana para que se distribuyera en comunidades locales y donó un pozo con un valor de un millón de dólares a la ciudad, según la empresa.
Otras empresas también accedieron a desviar parte de sus reservas, incluidos el gigante del acero Ternium, dueño de una de las concesiones industriales más grandes en el estado, así como una embotelladora importante de Coca-Cola.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, los usuarios industriales consumen casi el 5% del agua de México, una porción pequeña pero significativa del suministro en un país que desde hace tiempo viene luchando con la escasez del líquido.
Según los activistas defensores del agua, en la asignación de permisos a usuarios industriales, el Gobierno federal no ha logrado considerar de manera adecuada el medioambiente local y el efecto que la concesión podría tener en el acceso al agua en los hogares.
“Dar concesiones así, por criterios de mercado, hace que haya estas problemáticas”, comentó Iván Martínez Zazueta, estudiante de doctorado en Geografía que se ha opuesto a la expansión de la industria cervecera en Mexicali.
Martínez ha exigido mejoras en la medición de los efectos de una concesión antes de que sea autorizada.