Si, pero … así ¡no!
Desde hace varias semanas, la ciudad parece dinamitada, un total desorden nos invade; calles cerradas, personas haciendo reparaciones en una aparente y total falta de supervisión lo que queda demostrado al observar y transitar por calles levantadas, cerradas y después de nuevo rotas, en donde supongo, deben de abrirse para volverse a reparar, pues si se hubieran realizado adecuadamente, no se tendría necesidad de volver sobre el mismo tema.
Quiero creer y asegurar que todas estas obras deben de tener una razón de ser: mejorar y mantener en buen estado la ciudad ¿más porque este desorden? ¿quién está a cargo? ¿Por qué no hay supervisión? ¿Por qué olvidan, hacer bien las cosas? Si se abre o se ranura el asfalto, considero que es importante cerrarlo de mejor manera y no dejarlo peor de cómo se encontraba ¿A quién beneficia, económicamente o de manera moral, realizar el mismo trabajo dos veces o más? Debo reconocer que aunque las intenciones, puedan ser las mejores, decían en la primaria, que de éstas empedrado y asfaltado se encuentra la entrada del infierno pues no ayudan y si ofrecen resultados caóticos que muy lejos están de enaltecer la ciudad logrando poner #pelosenpunta aflorando un desgaste, que no debería de vivirse y menos provocada por la administración de una ciudad, ya que su función está en la gestión de un buen manejo de los recursos; usados en bien y a favor siempre de la sociedad.
Mencionó señalando una vez más, en este año, sin obtener una respuesta consistente por la parte de Servicios municipales su desorden y desidia; pongo a cuento lo observado el día de ayer mientras transitaba por el puente Anenecuilco cerca de 10:30 y las 11 am encontré a una camioneta dizque limpiando el puente (pasé al medio día y seguía igual de sucio) me sorprendió encontrar a dos sujetos, con la cajuela abierta de un vehículo oficial, tipo camioneta quienes en total buen ánimo estaban comiendo una torta, mientras el tráfico se desquiciaba, entiendo el tema del almuerzo, más ¿Dónde anda el supervisor? Todos queremos una mejor ciudad, creo que muy pocas personas, en el sano uso de razón, pueden oponerse a vivir en una ciudad limpia, con camellones hermosos, pintada y sobre todo funcional -pensando en las buenas obras que está haciendo JUMAPA- más declaro tajante: así ¡No¡
Es valioso proveer a la ciudad de seguridad, y cuando se piensa en seguridad, no solo se habla de los temas delictivos que aquejan con fuerza a todo el país, se habla también de que las obras funcionales se hagan en orden, con la responsabilidad que amerita y el respeto que nos merecen los transeúntes, los conductores hace más de quince días frente a la calle de Fundación, en una zanja, mal señalada y protegida, se cayó un señor que iba en su motocicleta, el impacto fue duro, cuando mire la ambulancia sospeché que se hizo un gran daño- Este escrito señaló no es a modo de regaño, ni de ventaneo, tampoco es para tirarle a nadie, aclaro, pues no faltará algún victimista; es el reclamo justo de una ciudadana, que ama profundamente a su ciudad y desea que cada día Celaya, sea una ciudad más bonita; es el clamor de una persona, que desea que no se den accidentes, que en nuestra mano está evitar, aun menos se hagan obras al aventón pues las mal hechuras y parches no benefician a nadie, aunque el constructor designado de la obra crea que sí. Sirvan estas letras, como invitación para retomar el buen sentido que buscamos en esta administración, necesitamos y deseamos los celayenses o ¿usted qué opina?