Dinero, cuentas y mentiras
EEl 4 de noviembre, hace 15 días, el Sol del Bajío, entre otros diarios locales, reporta la declaración del ciudadano Mendoza Márquez, afirmando: “estamos viviendo momentos difíciles.” Según él porque el gobierno federal le QUITÓ TODOS los recursos a Celaya. Desde luego, esa declaración deja sembrada la idea de inequidad y maltrato a los ciudadanos, pero eso fue una mentira más como las que suele decir. Veamos.
Le comento, el gasto público federalizado es la integración de los recursos públicos, que el Gobierno Federal transfiere a los Estados y Municipios del país, para atender sus necesidades de gasto en materia de educación, salud, infraestructura e inversión social, seguridad pública, entre otros rubros. La entrega es puntual, es por Ley, no hay capricho, como dicen los clásicos de la era de hierro, no hay que darle tantas vueltas al chicharrón.
Ahora, los Ingresos Municipales son aquellos que “Se estructuran basándose en todos los recursos monetarios que recibe el municipio a través de la tesorería: impuestos, contribuciones, aprovechamientos, derechos, productos y participaciones. Las “participaciones” son los porcentajes de la recaudación federal total, que las leyes estatales o federales conceden a los municipios. Todo ello se encuentra establecido en el Presupuesto de Ingresos, que se presenta anualmente al Congreso estatal, y una vez aprobado se convierte en Ley de Ingresos.
Los ingresos presupuestados a inicios de este año para Celaya, fueron en total 2 mil 11 millones 939 mil 330 pesos, y de ellos, se destacan las Participaciones o aportaciones federales por 1 mil 197 millones 5 mil 918 pesos, más del doble de los ingresos propios del municipio.
El 14 de noviembre, Reporte Bajío, informa que la Tesorera Lourdes Herrera, confirma que el gobierno federal ha entregado participaciones federales, por la cantidad de 1 MIL 123 MILLONES 994 MIL 914 MILLONES DE PESOS. Y que en relación al año pasado se incrementaron.
Le comento. Las participaciones federales, se dividen en rubros y tienen un destino específico. Para tenerlo claro, vamos parte por parte, como dijera el londinense John Spilsbury, el inventor del puzzle o rompecabezas. El Ramo General 33, es el mecanismo presupuestario diseñado para transferir a los estados y municipios recursos económicos a través de fondos específicos, para el municipio de Celaya fueron través de tres vertientes.
Uno, el Fondo de aportaciones para la infraestructura social, FAIS del Ramo 33, que está destinado para invertirlo en agua potable, alcantarillado, drenaje, urbanización municipal, electrificación, infraestructura básica de salud y educativa, mejoramiento de la vivienda y caminos rurales de las regiones marginadas. Se distribuye en dos subfondos: para la Infraestructura Social Estatal (FISE), y para la Infraestructura Social Municipal (FISM), del cual Celaya recibió recursos por 121 millones 664 mil 339 pesos.
Dos, del Fondo de Fortalecimiento municipal (FORTAMUN), Celaya recibió 385 millones de pesos 183 mil 458 pesos, que “se destinarán a la satisfacción de sus requerimientos, dando prioridad al cumplimiento de sus obligaciones financieras, al pago de derechos y aprovechamientos por concepto de agua, descargas de aguas residuales, a la modernización de los sistemas de recaudación locales, mantenimiento de infraestructura, y a la atención de las necesidades directamente vinculadas con la seguridad pública de sus habitantes”.
Tres, de los recursos del Ramo General 28, Celaya recibió de tres subfondos de este Ramo, “668 millones 214 mil 175 pesos, de enero a octubre y aún restan 9 millones 666 mil pesos por recibir”, estos no están etiquetados, es decir, no tienen un destino específico en el gasto de los gobiernos locales. Su carácter principal es resarcitorio; por lo que, tiene como fin asignar los recursos de manera proporcional a la participación de las entidades en la actividad económica y la recaudación.
Le reitero que, de estos ingresos federales, más las estatales y municipales se crea el Presupuesto de Ingresos de Celaya, y se gastan de la siguiente forma: 30% se destina a seguridad, es decir, 581 millones de pesos; 312 millones para obra pública; 51 millones de pesos para acciones de desarrollo social; 32 millones para la secretaria del Ayuntamiento; 218 millones para Oficialía Mayor, y finalmente 144 millones para Tesorería, cifras que se presentaron aun sin modificaciones. En total fueron dos mil 11 millones 939 mil 330 pesos, con sus respectivos reajustes.
De acuerdo a datos de la Oficialía Mayor, “cuando inició la administración se tenían 3 mil 120 trabajadores, y actualmente se tienen 2 mil 944 empleados”, para el pago de esa nómina se destina el 49% por ciento del Presupuesto municipal, o sea, 991 millones 257 mil 224 pesos. Y vale la pena destacar, que los recursos federales del Ramo 28, se toman para pagar salarios, incluyendo el del ciudadano Presidente municipal.
Por eso resulta un sin sentido, que afirme: “estamos viviendo momentos difíciles porque nos QUITARON TODOS LOS APOYOS DEL GOBIERNO FEDERAL EN SEGURIDAD Y DESARROLLO SOCIAL”. ¿Habló con la verdad? ¡Claro, qué no!
La transparencia en la recepción y el uso de los recursos públicos es una obligación jurídica, si el ciudadano presidente Mendoza Márquez quiere mentir, aludiendo un desamparo económico para ocultar su incapacidad en la administración y gobierno del municipio, está perdido. La verdad no se puede ocultar, y un análisis del gasto y beneficiarios nos dirá que hay más allá.
Revolcadero.
La JUMAPA, un arca abierta, que debe ser cerrada. Su director gasta el dinero como si fuera suyo. Urge que haya observadores ciudadanos en sus reuniones de Consejo.