Corredor Industrial

Dejan a su suerte al jefe policiaco

Da varios vuelcos la vida del titular de Seguridad Pública de Aguascalie­ntes quien va a prisión por abuso de autoridad y liberado por falta de pruebas

- E. Camhaji y Z. Razie El País Ciudad de México

El helicópter­o Águila 1 perdió el control, se desplomó varios metros y giró varias veces sobre su propio eje antes de estrellars­e de lleno contra el piso.

Tras el golpe vino la explosión y se levantó una nube de humo negro que, al disiparse, dejó al descubiert­o los restos completame­nte calcinados de la aeronave en medio de un terreno baldío.

“No hubo sobrevivie­ntes”, dijo la gobernador­a de Aguascalie­ntes, Teresa Jiménez. Cinco tripulante­s falleciero­n: el piloto Olegario Andrade Zamorano, el capitán Víctor Manuel Valdez Sánchez, los artilleros Juan Humberto Rincón Martínez y Alejandro Serafín Guerrero, y el secretario de Seguridad Pública, Porfirio Sánchez, conocido como el Jefe Porfirio.

“Todo indica que se trató de un accidente”, explicaba Jiménez, apenas un par de horas después de perder al maestro Sánchez, el hombre fuerte de su Gobierno y de la Administra­ción anterior en el combate contra el crimen organizado.

El viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que la Fiscalía General de la República (FGR) atraerá la investigac­ión de los hechos.

Nueve meses atrás, la vida de Sánchez había dado un vuelco inesperado.

El hombre que movía los hilos de la Seguridad en Aguascalie­ntes desde 2018 fue detenido en febrero de este año por los delitos de tortura, abuso de autoridad y falsedad de declaracio­nes.

El jefe de la Policía estatal no solo perdería su trabajo y su despacho, sino que también acabaría por ser encarcelad­o en el Reclusorio Norte de Ciudad de México. El entonces gobernador Martín Orozco agradeció su trabajo, pero no adoptó la defensa a ultranza que todos esperaban, incluido el presidente López Obrador.

“Lo único que recuerdo del secretario es que hizo bien su trabajo y que nos mantuvo tranquilos”, dijo Orozco tras nombrar al sucesor de Sánchez.

“No tengo absolutame­nte nada qué comentar”, agregó el panista . En medio de la polémica, Sánchez parecía quedar abandonado a su suerte.

Sus dos antiguos jefes

El jefe de la Policía local había sido detenido por agentes federales en cumplimien­to de una petición de la Corte Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH), que inició en

un proceso en su contra por el caso de una persona que fue torturada tras ser detenida ilegalment­e en Ciudad de México por agentes de la extinta Policía Federal (PF).

En esa corporació­n, creada por el expresiden­te panista Felipe Caderón, Sánchez fue jefe de Operacione­s Encubierta­s, director de Tráfico y Contraband­o y coordinado­r de Investigac­ión de Campo para casos de secuestro.

Colaboró estrechame­nte con Luis Cárdenas Palomino, exjefe de Inteligenc­ia de la Policía Federal y mano derecha de Genaro García Luna, que era secretario de Seguridad Pública.

Hoy, quienes fueran los superiores jerárquico­s de Sánchez, rinden cuentas ante la justicia. Cárdenas Palomino ha sido vinculado a proceso por cargos de tortura cometidos en 2012, mientras que García Luna se encuentra preso desde 2019 en Estados Unidos, donde enfrenta un juicio por colaboraci­ón con el Cartel de Sinaloa.

La colaboraci­ón de Sánchez con sus dos antiguos jefes es aún más antigua y se remonta a la extinta Agencia Federal de Investigac­ión (AFI), que en el sexenio de Vicente Fox dependía de la Procuradur­ía General de la República (hoy Fiscalía).

El titular de esa agencia fue García Luna; Cárdenas Palomino su director adjunto, y Sánchez el jefe de Investigac­ión Policial. Cuando los tres fueron transferid­os a la Policía Federal, durante el Gobierno de Calderón, la nueva corporació­n se vio involucrad­a en la fabricació­n de múltiples culpables para despachar casos de secuestro.

El caso de Israel Vallarta y la francesa Florence Cassez, que fueron torturados para declararse culpables de formar parte de la ficticia banda de secuestrad­ores Los Zodiaco, es el más icónico, aunque no el único.

Cuando Sánchez fue capturado en febrero de este año,

Reforma recogió el testimonio de dos hermanos que fueron detenidos arbitraria­mente en junio de 2011 en Ciudad de México por elementos de la Policía Federal y torturados para forzarlos a declarar que formaban parte de una banda dedicada al secuestro.

Lo ratificó en el cargo

Los hermanos Verónica y Erik Razo pasaron más de una década en prisión y sin sentencia. Erik fue liberado en mayo de este año, su hermana sigue en prisión.

Para septiembre, la historia de Sánchez volvía a dar un giro radical. Tras varios meses en la cárcel, el Jefe Porfirio lograba ser absuelto y liberado por falta de pruebas. Menos de ocho días después, el funcionari­o regresaba a su cargo en Aguascalie­ntes.

A un mes de concluir su gestión, el gobernador Orozco sostuvo que no existía impediment­o legal para restituir a Sánchez como secretario de Seguridad del Estado, al no haber sido encontrado culpable de ningún delito.

Todavía mientras estaba en prisión, en su Estado hubo elecciones en junio. El PAN conservó el poder, ahora en manos de Teresa Jiménez.

La Gobernador­a entrante lo ratificó en el cargo con el argumento de que el jefe policíaco había logrado que Aguascalie­ntes se mantuviera como el tercer Estado más seguro del país.

Aguascalie­ntes es un pequeño Estado imbricado entre Zacatecas y Jalisco, dos territorio­s sumergidos en una grave crisis de violencia por una disputa entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.

Pese a ello, en agosto de 2021, Aguascalie­ntes ocupaba el penúltimo sitio (de 32) en asesinatos, y en abril de este año estaba en cuarto lugar, según informes de seguridad del Go2016 bierno federal.

“Si está aquí Porfirio Sánchez es porque Aguascalie­ntes, a pesar de que vivimos en el Bajío, casi al norte del país, para mí representa un Estado que está en los primeros lugares [en seguridad]”, dijo la gobernador­a Jiménez al ratificarl­o como secretario de Seguridad el 7 de octubre, una semana después de asumir la gubernatur­a.

Todavía hasta mediados de septiembre, Sánchez había dicho que no había recibido una invitación para integrarse al nuevo Gobierno de la entidad, pero que se sumaría si se lo pedían.

No exento de polémica local, el nombramien­to pasó prácticame­nte desapercib­ido del radar político nacional y el Jefe Porfirio se desempeñó en el cargo poco más de un mes.

“Él todas las mañanas, muchas veces en el helicópter­o, otras por vía terrestre, siempre estaba en operativos, siempre estaba trabajando”, dijo Jiménez en la conferenci­a de prensa donde confirmó su fallecimie­nto tras la caída de su aeronave.

Causa dudas accidente

El desplome de un helicópter­o, que ha marcado la muerte de otros funcionari­os, siempre del PAN, como la de dos secretario­s de Gobernació­n de Felipe Calderón, Juan Camilo Mouriño, en 2008, y Francisco Blake Mora, en 2011. O el de los esposos Rafael Moreno Valle y Martha Érika Alonso, senador y gobernador­a de Puebla, en 2018. Los peritajes arrojaron en todos los casos que fueron accidentes.

La versión oficial de que la muerte del Jefe Porfirio se debió a un accidente causó dudas entre los periodista­s de Aguascalie­ntes.

Un día antes de su muerte, un grupo armado atacó un palenque en el municipio de El Llano, en el que murieron dos personas. El Ejército y la Policía estatal, comandada por Sánchez, emprendier­on un operativo de búsqueda de los responsabl­es.

Los medios cuestionar­on a la gobernador­a Jiménez si era posible descartar un nexo entre ambos hechos. La funcionari­a lo negó y se mantuvo en la hipótesis del accidente, aunque dijo que la aeronave recibía mantenimie­nto cada seis meses y había sido revisada sin ningún contratiem­po en septiembre pasado.

-Evidenteme­nte fue un accidente y está en investigac­ión, y les diremos la verdad ―dijo en la conferenci­a de prensa.

- ¿Pero se sabe por qué fue un accidente?

- Estamos en las investigac­iones. Lo único que les puedo decir es que hablaremos siempre con la verdad, insistió Jiménez.

 ?? Twitter ?? El secretario de Seguridad de Aguascalie­ntes, Porfirio Sánchez Mendoza, fue cercano colaborado­r de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino./Foto:
Twitter El secretario de Seguridad de Aguascalie­ntes, Porfirio Sánchez Mendoza, fue cercano colaborado­r de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino./Foto:

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico