¿Crees que cada vez escuchas menos?
» La pérdida de la audición relacionada con la edad es natural, pero puede afectar la calidad de vida. Expertos recomiendan buscar ayuda profesional
The New York Times
La pérdida de audición nos puede sorprender tan gradualmente que muchos no nos damos cuenta del cambio. Puede que pienses: Vaya, ¿había mucho barullo en ese restaurante? No oía nada. Mi televisor debe de estar estropeado. No paro de subir el volumen.
Pero puede que no sea el televisor o el restaurante; puede que seas tú.
Un síntoma clásico, señaló Jennifer González, audióloga de la Clínica Mayo de Phoenix, es la sensación de que todo el mundo a tu alrededor ha decidido de repente ponerse a murmurar.
Cuando llevan a un paciente mayor a su consultorio, normalmente lo hace un pariente exasperado que está harto de repetir las cosas. “Dicen: ‘No, yo oigo muy bien. Son los demás los que tienen que hablar más claro’”, explicó González.
La pérdida de audición relacionada con la edad, o presbiacusia, es increíblemente frecuente: afecta a alrededor del 13% de los adultos de 50 años, y a más de la mitad de los estadounidenses de más de 70 años. Aunque no puedes prevenirla, hay formas de proteger tu audición desde ahora.
Conoce los síntomas
Las investigaciones demuestran que la gente espera alrededor de 10 años antes de buscar ayuda para sus problemas auditivos.
Pero la calidad de la audición afecta nuestra salud general a medida que envejecemos, dijo Frank Lin, director del Centro Coclear de Audición y Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins.
La pérdida de audición se ha relacionado con afecciones como la demencia, la depresión y las caídas. Por eso es importante reconocer las señales.
Entre las señales tempranas están tener problemas para oír las conversaciones cuando hablan dos o más personas, o tener dificultades para comprender lo que te dicen cuando hay ruido de fondo, como en una multitud, señaló Lin.
También puedes tener más problemas para oír sonidos agudos (como las voces de los niños), porque perdemos primero la capacidad de oír las frecuencias altas, explicó.
Kelly Dwyer, jefa de audiología de Emory Healthcare en Atlanta, señaló que en la mayoría de los casos es otra persona quien se da cuenta primero.
“La mayoría de los pacientes que atiendo me dicen: ‘Mi mujer cree que no oigo’”, explicó.
Otra señal de alarma, añadió Dwyer, es si “empiezas a ponerte nervioso ante situaciones en las que te puede ser más difícil oír”, dijo. “Los pacientes dicen: ‘Ya no voy a la iglesia’, o ‘Mis nietos ni siquiera intentan hablarme porque no los oigo’”.
Los Institutos Nacionales de Salud tienen una lista de preguntas que debes hacerte si crees que puedes estar perdiendo la audición.
Hazte una prueba
González dijo que cuando les pregunta a los pacientes de 60 años sobre la última vez que se revisaron la audición, “dicen: ‘Ay, no me he revisado desde que iba al colegio’”.
Si tienes síntomas, pide una cita para que te vea un audiólogo, dijo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también recomiendan que pidas una prueba de audición durante la revisión anual con tu médico.
Controla tus niveles de ruido
Tu capacidad auditiva puede empeorar por la exposición constante al ruido, dijo Lin. El ruido prolongado por encima de 70 decibelios puede empezar a dañar tu audición, según los CDC (Un susurro tiene 30 decibelios, mientras que una sirena alcanza los 120).
Y si estás escuchando música o viendo videos en un celular, los
CDC advierten que el volumen máximo permitido en estos aparatos, 105-110 decibelios, puede causar lesiones auditivas en menos de cinco minutos.
“La regla general es que si estás escuchando con auriculares y alguien más puede oír algo de lo que escuchas, entonces está demasiado alto”, dijo Dwyer.
Incluso puedes configurar tu teléfono móvil y tus dispositivos portátiles para que te avisen cuando la música esté demasiado alta o para que establezcan un límite de volumen, dijo González.
Utiliza equipo de protección
Tanto si tienes problemas de audición como si no, no utilices cortacéspedes, herramientas eléctricas o sopladoras de hojas sin protegerte los oídos, dijo Lin, y ten a la mano lo que usarás para hacerlo.
Ponerte los auriculares y escuchar música no cuenta y puede empeorar las cosas. “Yo tengo un par de orejeras
DE PéRDIDA AUDITIVA
EL DATO
Amortiguación del habla y de otros sonidos.
Dificultad para entender las palabras cuando se está en un lugar ruidoso.
Dificultad para escuchar las letras del alfabeto que no son vocales.
Pedirles con frecuencia a los demás que hablen más lento, con mayor claridad y más alto.
Necesidad de subir el volumen de la televisión o la radio.
Evitar algunos entornos sociales. Sentir molestias por el ruido de fondo.
Zumbido en los oídos, lo que se conoce como tinnitus.