Tiene tres años y medio sin saber de su hija
Ni siquiera una pequeña pista de quién, por qué, a dónde, no sabemos nada.‹‹
Ella no se ha ido porque sigue viva, porque sigo pensando en ella todos los días, recuerdo todas las cosas que hacía.‹‹
Edith Lendechy, madre de una joven desaparecida hace más de tres años, aseguró que este 10 de mayo lo vivió como un día más, recordando a su hija de quien no se tiene pistas de su paradero.
“Cada año se va convirtiendo en un día común porque ya no tengo mamá, ya no tengo hija y ya no tengo mucho qué hacer”, lamentó.
Edith Lendechy es mamá de Bethzabeth Aguilar Lendechy quien desapareció el 4 de noviembre del 2020, a la edad de 31 años, cuando abordó un Uber para visitar a una amiga.
La madre buscadora señaló que la Unidad Especializada en Investigación de Personas Desaparecidas de la Fiscalía Estatal no tiene ningún dato sobre lo que ocurrió.
“Ni siquiera una pequeña pista de quién, por qué, a dónde, nada, de hecho yo le había dicho al ministerio público que le corresponde mi casa que hablara con el chofer de Uber pero que no hablara lejos de mí, él ya tenía más de un año de ser chofer de mi hija y él sabe más cosas y lo entrevistaron a espaldas mías y yo quiero que me vea a los ojos porque él me conocía”, afirmó.
La buscadora recordó que su hija le celebraba con gran algarabía el Día de las Madres. “El 10 de mayo a las 6 de la mañana ya me estaba cantando las mañanitas, mandando regalos, flores o viendo que hacíamos ese día y ahora no hay quien me diga te quiero o te espero”, narró.
A pesar de que Bethzabeth padecía un trastorno de hiperactividad desde bebé, fue ganadora de concursos de oratoria y tenía una gran relación con su madre.
“Ella no se ha ido porque sigue viva, porque sigo pensando en ella todos los días, recuerdo todas las cosas que hacía, su hiperactividad estaba ahí. Mi corazón me dice que mi hija está muerta, ella ya hubiera encontrado cualquier medio para comunicarse conmigo y no lo ha hecho, yo era la parte más importante en su vida y si no se ha comunicado quiere decir que está muerta”, compartió entre lágrimas.
El colectivo al que pertenece Edith se encuentra en la Ciudad de México donde realizaron una velada por los desaparecidos pero ella se quedó en Celaya a trabajar para mantener a sus dos nietos de 14 y 17 años.
“A mis nietos les falta su madre, para mi es difícil el 10 de mayo y el 31 de mayo que es su cumpleaños. Ellos perdieron a su mamá pero ahora se quedan conmigo pero tengo que ir a las búsquedas y a trabajar y son dos pérdidas, no solo perdieron a su mamá, sino también perdieron a su abuela porque tengo que buscar”.
“No puedo sacrificar tres días para irme a México y dejar de trabajar, no hay nada que celebrar. Ser madres buscadoras es de tiempo completo, mientras nosotras no tengamos resultados o pistas, seguimos siendo las mismas madres buscadoras”, señaló.