NO SABÍAS DE LAS MUJERES
Si crees conocer cómo actúa o siente una mujer… checa que tan acertado estás con las siguientes curiosidades
Escuchas de clichés y estereotipos, pero algunos datos extraños de las mujeres son verdad y tienen un trasfondo científico. Desde nuestra habilidad para el ‘multitasking,’ hasta nuestro increíble sentido del olfato, TODO tiene una explicación razonable.
El corazón femenino late un poco más rápido para compensar el hecho de que es más pequeño. Un corazón femenino adulto promedio late entre 78-82 veces por minuto, mientras que el corazón de un hombre promedio sólo late entre 70-72 veces por minuto.
Las mujeres SÍ viven más tiempo que los hombres. Un profesor de Tokyo dice que esto se debe a que sus sistemas inmunes envejecen más lentamente. Por supuesto, si tu estilo de vida no es para nada saludable, ni tu propia ventaja anatómica podrá salvarte.
Estudios realizados en la Universidad de Stanford muestran que aunque el tamaño total del cerebro de los hombres es mayor, el hipocampo de la mujer, un órgano pequeño asociado con el aprendizaje y la memoria, es más grande que el de un hombre y funciona de manera diferente.
En un principio, los tacones fueron diseñados para los hombres; se les consideraba calzado para montar, un símbolo de estatus que los ayudaba a verse más altos. Sin embargo, se apoderaron de la industria de la moda femenina en 1600 cuando las mujeres empezaron a usarlos para mostrar su igualdad.
Las mujeres tienen una espalda más fuerte y flexible que los hombres gracias a la evolución, ya que las madres necesitan mantenerse móviles durante el embarazo.
Las mujeres también hablamos más porque, de acuerdo a un estudio hecho en la Universidad de Mryland, tenemos mayores niveles de la “proteína del lenguaje” en nuestro cerebro.
En promedio, las mujeres lloran 6 minutos, mientras que los hombres sólo de 2 a 4 minutos. Según un estudio alemán, también se concluyó que en el 65% de los casos, las lágrimas se convierten en llanto. Esto sólo sucede en el 6% de los casos masculinos.
Un estudio sugiere que el tamaño de las caderas tiene una correlación significativa con la conducta sexual de la mujer. Se supone que entre más amplias sean, más sexo casual se tiene.