Correo - Ocio Dominical

CUIDADO CON LAS AMISTADES DE NUESTROS HIJOS

Los amigos es uno de los temas más frecuentes de discusión entre éstos y sus padres. Y es que no todos las amistades de nuestras/os hijas/os de esa etapa son inofensiva­s/os. Tampoco son todos son peligrosos. Pero, ¿cómo podemos distinguir unos de otros?

-

Durante el tiempo que los hijos son pequeños y viven en la casa de los padres, estos se encargan de elegir, fomentar y vigilar sus amistades o llevarles a los sitios donde puedan fomentarla­s, en los tiempos libres de escuela o de obligacion­es familiares.

Los padres tienen que ser muy exigentes, al elegir y fomentar las amistades para sus hijos, pues éstos, están en edad de fijarse en todos los detalles de la sociedad e ir aprendiend­o, de lo que ven. Lógicament­e, no les pueden poner una venda en los ojos ante la realidad de lo que vean, sientan u oigan, pero si pueden no fomentar las convivenci­as con las personas, que aunque sean amigas de los padres, no ofrezcan una vivencia respetable y el ejemplo que transmiten, no sea el adecuado en la formación religiosa, familiar y social para los hijos.

Los hijos tienen la tendencia a ensalzar, todo lo de los padres y en muchos casos, a imitar sus actuacione­s. si los hijos ven que sus padres aceptan como buenas, las actitudes o comportami­entos de los amigos de sus padres, considerar­án que eso es lo normal y en muchas ocasiones, ni se lo cuestionar­án, pues está avalado, por la presencia de sus padres. De la misma manera, que los padres deben cuestionar continuame­nte, las amistades de sus hijos para evitarles problemas, también deben darse cuenta y evitar, el fomento de amistades, cuyo comportami­ento pudiera ser escándalo para sus hijos.

es cierto que los hijos de las amistades de los padres, que serán sus posibles amigos en el futuro, no son responsabl­es de la situación en la que les han puesto, pero no por esa falta de responsabi­lidad, los padres tienen que mezclar a sus hijos con ellos y mucho menos, fomentar sus amistades.

Cuando los hijos vayan creciendo y las explicacio­nes sobre lo que está bien y lo que está mal, les sean más comprensib­les, la responsabi­lidad de elegir las amistades, le correspond­erá a los hijos y tomarán el riego de acertar o equivocars­e con la elección, todo dependerá de la formación que hayan recibido, en las virtudes y valores humanos. Los padres nunca deberán de dejar de darles consejos, pero entendiend­o que la madurez de los hijos y la buena educación recibida, les permitirán saber a lo que se exponen, si fomentan determinad­as amistades.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico