Evita estos errores al salir con él
1. ¿qué puede olfatear?
El sentido del olfato es muy importante para los canes, ya que gracias a él pueden orientarse, encontrar alimento, identificar a una persona o incluso prevenir un peligro o amenaza. Cuando nuestro perro huele basura, desechos de otros animales o cualquier cosa que hay en la calle, automáticamente tiramos de la correa para alejarle. Sin embargo, debes permitir que olfatee su entorno y que tome contacto con los ‘aromas’ de otros perros vecinos; aunque no lo creas este hábito no solo le ayuda a comprender el ambiente sino también a relajarse.
2. sus heces
Que te has olvidado la bolsa plástica, que no tienes tiempo, que te da asco… Recoger las heces de nuestra mascota no es la tarea más bonita del mundo, pero debemos hacerlo para mantener la limpieza de las calles y los parques. Además, se evita el contagio de enfermedades, el mal olor o que algún descuidado lo pise y ensucie sus zapatos nuevos.
3. tirarle de la correa
Aunque tu mascota esté tironeando fuerte de su correa, no podrás lograr mucho si ejerces la fuerza contraria para acercarlo a tu lado. ¡Los perros pueden ser muy obstinados! Además, algunas razas grandes tienen la capacidad de tirar a las personas de tan fuertes que son.
Por otra parte, debes saber que tirar de la correa del can no es bueno para su salud ya que, por ejemplo, provoca estrés, problemas de garganta y presión intraocular. ¿Cómo evitar esta situación? Enséñale a caminar siempre a tu lado, colócale un arnés especial o usa una correa extensible.
4. soltarle en el parque
Uno de los errores al pasear al perro si tenemos un parque cerca es que apenas llegamos al espacio verde, le quitamos la correa para que ‘corra libremente’.
Puede ser muy bonito e ideal cuando el animal se lo pasa bien en casa y no hace ejercicio, pero también puede convertirse en un problema para las mascotas que le rodean.
Este hábito puede ser estresante para los demás animales, peligroso para los niños pequeños y hasta perjudicial para tu propia mascota. Si no está tranquilo, no lo sueltes: espera a que se calme un poco antes de liberarlo de la correa.