ES EN VERDAD SANO, PERDONAR UNA INFIDELIDAD
Una traición amorosa es algo que nos puede afectar psicológicamente
Hay personas que cuando sufren una infidelidad pueden sentirse tremendamente traicionadas, tanto, que les cuesta perdonar lo que ha ocurrido y que sean capaces de olvidar todo lo que se ha construido en pareja sólo por un engaño. Quizá pienses que cuando una persona engaña puede volverlo a hacer...
Un aspecto importante de la infidelidad es el hecho de que, en general, se da en secreto. Por tanto, suele implicar una traición al compromiso pactado entre las partes implicadas, los cónyuges. este es un elemento fundamental a la hora de romper la confianza sobre la que se establece la relación de pareja.
Cuando se produce una infidelidad, el ‘afectado’ sufre una profunda herida en su autoestima que será necesario sanar. Uno de los retos más difíciles al que tendrá que exponerse será el perdonar lo ocurrido, con independencia de que se desee restaurar la relación o no.
el perdón es un proceso que tiene efectos saludables en la persona que perdona, promoviendo así su salud mental. sin embargo, perdonar es un asunto complejo que llevará tiempo, deseo de perdonar, determinación y compromiso.
en este proceso tendremos que cambiar actitudes, pensamientos y conductas. mediante esta reestrucutación cognitiva, podremos ser capaces de reconciliarnos con esos sentimientos que fueron violentados, y volver a la normalidad.
el proceso de perdón tras una infidelidad
el primer paso será reconocer el daño sufrido. es importante no intentar engañarse minimizando lo ocurrido, al contrario, será desde la importancia del evento desde donde el ‘agraviado’ se dará la oportunidad de perdonar.
en el análisis de lo ocurrido es preciso entender las circunstancias en que se da la infidelidad. De este modo, sabemos que atribuciones externas (atribuir la responsabilidad a las circunstancias externas a la persona), inestables (que varían) y específicas (concretas y puntuales) de la infidelidad facilitan el perdón frente a la atribuciones internas (atribuir la responsabilidad al carácter de la persona), estables (que no cambia) y globales (generalizables) que lo dificultan.
el segundo paso es mostrarnos interés por perdonar lo ocurrido, al menos como una posibilidad.
ideas erróneas
Para ello tendremos que analizar y reconocer lo que significa para nosotros perdonar para detectar posibles pensamientos o ideas que pueden interferir de forma negativa sobre el proceso de perdón. algunas de estas ideas erróneas pueden ser:
1. ‘Perdonar implica olvidar lo ocurrido’
La memoria es una función cerebral que interviene en todos los procesos de aprendizaje del ser humano. Cuando aprendemos algo, no se borra de nuestro ‘almacén’, no podemos hacerlo desaparecer. el fin no es olvidar lo ocurrido, el fin será recordarlo sin que nos haga daño.
2. ‘Perdonar es reconciliación’
esta es una de las ideas más extendidas en consulta: “si no quiere volver conmigo es porque no me ha perdonado, si lo hubiera hecho estaríamos juntos”. el perdón no incluye necesariamente restaurar la relación con alguien, es necesario, pero no suficiente.
3. “minimizar o justificar lo ocurrido”
¿Cuántas veces hemos escuchado frases del tipo: “no es para tanto”, “intenta ver lo positivo”, “estas cosas pasan”,...? Perdonar no implica cambiar la valoración del hecho; de modo que es muy probable que éste siempre se valore de forma negativa e injustificable. sin embargo, lo que cambiará será que, a pesar de que la valoración del hecho es negativa.