UN MAESTRO EN SU TOTALIDAD
Un genio con un carácter fuerte, desconfiado y con anécdotas que engrandecen su figura
Miguel Ángel fue un hombre muy solitario y de carácter muy fuerte, hostil y muy desconfiado, quizás señal de haberse criado en un ambiente familiar no muy acogedor, su madre murió cuando era muy joven. Eran cinco niños varones al cuidado de un padre muy violento.
Dicen que era tan desconfiado que veía enemigos y rivales por todos lados. El mismo iba a elegir el mármol en la cantera, lo preparaba y hasta lo trasportaba, lo que le quitaba mucho tiempo y le costaba su salud. Se alimentaba y dormía muy poco, y no dejaba verse por ningún médico, los echaba de su lado gritando que él podía curarse sólo. A pesar de su salud, llegó a los casi 90 años. ¿Precursor del casco minero? Un testimonio contó que había realizado un tipo de casco donde colocaba velas, así la luz lo seguía por donde se moviera y podía realizar con plena libertad sus obras dejando las manos libres.
Comenzó como falsificador
En los primeros pasos como artista en la casa de los Medici esculpió “El Cupido dormido”. Viéndola el mismo Lorenzo el magnífico le dijo: “Quizá si la enterraras y la trataras para darle el aspecto de una obra antigua, la enviaría a Roma, donde estoy seguro de que creerían que es una antigüedad y la venderías mucho mejor”. Lo hizo: La escultura fue vendida como hallazgo arqueológico al cardenal Riario, sobrino del papa Sixto IV, quien pagó doscientos ducados de oro, pero el marchante que se encargó de la operación le entregó a Miguel Ángel sólo treinta ducados.
La Piedad, la única obra firmada por el mismo
Esta maravillosa obra rompe con el dramatismo con el que hasta entonces se trataba esta representación de la “Virgen dolorosa”, que siempre mostraba el gran dolor de la madre con el hijo muerto en sus brazos. Miguel Ángel, sin embargo, realizó una Virgen, serena, concentrada y extremadamente joven, y un Cristo que parece que está dormido y sin muestras en su cuerpo de haber padecido ningún martirio. Es la única obra de Miguel Ángel que firmó: lo hizo en la cinta que atraviesa el pecho de la Virgen: MICHAEL. ANGELVS. BONAROTVS.
el David hecho con mármol desechado
Es Piero Soderini, un admirador de Miguel Ángel quien le hace uno de los encargos más importantes de su vida: el David. De un gran bloque de mármol abandonado porque se pensaba que era inservible Miguel Angel creó arte. Primero realizó un modelo en cera. Posteriormente se puso a esculpir en el mismo lugar donde estaba ubicado el bloque sin dejar que nadie viera su trabajo durante más de dos años y medio, que fue el tiempo que tardó en acabarlo.
Arruinó su propia obra
El Moisés fue una de las esculturas más realistas en cuanto a expresión que logró este gran artista de todos los tiempo, se ve tan realista que cuentan que Miguel Ángel al acabarla, golpeó la rodilla derecha de la estatua y le dijo “¿por qué no me hablas?”, sintiendo que la única cosa que faltaba por extraer del mármol era la propia vida. En la rodilla se puede encontrar la marca de Miguel Ángel al golpear a su Moisés.
su autorretrato en el ‘Juicio Final’ en la capilla sixtina
En la magnífica obra del Juicio final en la Capilla Sixtina a la derecha debajo de los pies de Cristo está San Bartolomé, que muestra en una mano el instrumento con el cual fue despellejado vivo y con la otra mano, su piel, que le fue arrancada. La piel despellejada es un autorretrato de Miguel Ángel. Una de las interpretaciones existentes para este hecho es que quizá es un reflejo del pesimismo de Miguel Ángel, ya mayor, en plena crisis de fe. También se baraja otra interpretación: Como odiaba pintar incluso preferiría morir despellejado.