Correo - Ocio Dominical

HIJOS MANIPULADO­RES… ¿CÓMO DEBES DETECTARLO­S?

Cuando un niño miente con frecuencia, se deben analizar las razones que le mueven a repetir esta conducta. Una vez localizada­s, podrás poner en marcha una estrategia para terminar con esta fea costumbre

-

Solemos asociar la infancia con un estado de ingenuidad y sinceridad. Sin embargo, no siempre es así. El hecho de que los niños absorban la informació­n del mundo como si fueran una esponja también significa que pueden aprender a mentir muy rápido y a manipular a los demás para obtener lo que desean.

No es antes de los seis añ edad cuando se puede consi que un niño miente. La edad ta depende de su madurez. ello, tienen que ser capaces de disting fantasía de la realidad y de darse cuent mentir es algo malo. Entre los 6 y los 8 ocultar la verdad es ya un acto voluntari embargo, antes de los seis años, las me pueden considerar­se fabulacion­es que queño crea en su mente y dota de realida

Si un niño miente de forma sistemát porque obtiene alguna ventaja de esta situ En este caso, hay que tratar de definir por hace, qué gana con ello y en función de la puestas obtenidas, buscar la mejor solució

AVERIGUA LOS MOTIVOS DE SUS MENTIRAS

No me gusta como soy. A veces, ocultar l dad es una manera de evadirse de la rea Suele suceder cuando no se siente a consigo mismo o con lo que le rodea y p re inventarse un yo o una vida que resp a sus deseos. Puede ser el caso, por eje del niño que cuenta que ha sido el que goles ha metido durante el recreo cuand realidad, se siente rechazado por sus pañeros por su poca destreza en el de Este tipo de mentiras funcionan como v alarma sobre algunos aspectos de la vid niño que le causan malestar. La solución por reforzar su autoestima y ayudarle a grar correctame­nte su mundo. ASÍ, NO ME CASTIGAN La mentira también es, con frecuencia forma de escapar del castigo. Cuando máticament­e echa la culpa de su error a con el típico “yo no he sido”, o escond faltas, suele hacerlo para evitar las c cuencias negativas de sus actos. Por tan primero que hay que analizar es si en ca

está llevando una educación disciplina­r adecuada o se está siendo demasiado estricto. Un estilo educativo basado más en el castigo que en los elogios, con unas exigencias muy altas y excesivame­nte duro, puede provocar en el pequeño un estado de miedo que le lleva a tratar de evitar el descontent­o de sus padres de cualquier modo. Para frenar esta situación, se deben establecer las exigencias en función de sus capacidade­s, hay que apoyar la educación más en lo positivo que en los errores y entender que también en las faltas hay una escala de valores: no es igual mentir sobre el número de caramelos que se ha tomado, que mentir sobre quién ha roto la ventana. También se debe trasmitir al niño la idea de que se valora su sinceridad y, en este sentido, no será igual el castigo ante un acto confesado que ante uno tapado con una mentira.

ASÍ CONSIGO LO QUE QUIERO

En otras ocasiones, la mentira aflora simplement­e porque ha tenido numerosas experienci­as de éxito. En tal caso, los padres deben estar más atentos a las posibles mentiras para que estas deriven en consecuenc­ias negativas y no al contrario. Para saber si un niño miente debemos fijarnos en su manera de contar las cosas, es decir, si es natural o parece tenso, en sus contradicc­iones, en si la historia parece verosímil o no y en las versiones que otras personas –profesores, compañeros- te han ofrecido.

PREDICA CON EL EJEMPLO

En casa no se debe tener un doble rasero para medir las mentiras. En ocasiones, se miran más las de los niños que las de los adultos. Si no quieres que tu hijo se pregunte cómo tú puedes decir que has llegado tarde porque había atasco y él no puede decirle a su profesor que no hizo los deberes porque estuvo malo, procura evitar utilizar la mentira y enséñale que tú también eres capaz de reconocer tus errores.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico