Mantén lejos a los intrusos
Las cajas fuertes son una eficaz manera de garantizar que nadie se acerque a tus objetos más valiosos; aunque todos hemos visto la versión clásica en las películas, existen varios modelos, cada vez con más niveles de seguridad
• DE LLAVE
Son aquellas en las que el sistema de apertura y cierre se acciona únicamente mediante el uso de una llave. Esto no significa que el nivel de seguridad sea menor. Puede ser tan efectivo como cualquier otro tipo de cierre, siempre que la cerradura sea de calidad y las llaves se custodien apropiadamente.
• DE COMBINACIÓN ELECTRÓNICA
El usuario solo debe introducir el código de seguridad usando el teclado numérico para desbloquear la cerradura de la caja. El bloqueo y desbloqueo puede producirse de forma motorizada si la puerta cuenta con un sistema electrónico que la abra, o bien de forma manual mediante el giro de pomo o manija. Algunas de estas cerraduras más avanzadas, permiten realizar diferentes aperturas con distintos usuarios, lo que permite llevar un control exacto de las personas y en qué momento han accedido a la caja.
• DE COMBINACIÓN MECÁNICA Es la más famosa de todas, el mecanismo en sí es bastante sencillo: el núcleo está compuesto por tres rotores y cada rotor tiene una muesca. Cuando las tres muescas quedan alienadas, la barra cae en el interior y la cerradura se abre. Dependiendo del modelo, las combinaciones pueden ser casi infinitas.
La mayoría de estas cajas se usan en bancos, hoteles y joyerías, pero antes de que se popularizara la afiliación bancaria, muchas personas solían tener una en casa para guardar sus pertenencias.
• CERRADURA BIOMÉTRICA
No necesitan elementos externos como llaves o código de seguridad. Este tipo de cerraduras se desbloquean mediante el análisis y reconocimiento de características fisonómicas del usuario. Para ello se emplean lectores de retina o sensores de huellas dactilares que garantizan la identificación exacta del usuario.