Puigdemont tiene que confirmar independencia
Consejo de Ministros aprobó la medida para que el dirigente explique cuál es su respuesta
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, informó que concede cinco días al jefe de gobierno catalán Carles Puigdemont para que confirme su decisión sobre la independencia de Cataluña (noreste de España).
Al comparecer ayer en el Congreso de los Diputados para informar sobre la situación en Cataluña, recordó que este requerimiento marca el inicio de aplicación del artículo 155 constitucional, “que pretende ofrecer a los ciudadanos claridad y seguridad que requiere esta cuestión”.
El Consejo de Ministros ayer aprobó la medida para que el dirigente nacionalista explique cuál es su decisión, luego de que la víspera dijera al Parlamento de Cataluña que asume que se debe ser un Estado independiente pero anunció que la suspendía.
El requerimiento enviado a Puigdemont le concede un segundo plazo al próximo jueves, para que en caso de que confirme que sí ha declarado la independencia rectifique y ordene su revocación.
Destacó que en manos del dirigente nacionalista está "volver a la legalidad y restablecer la normalidad institucional, como todo el mundo le está pidiendo, o prolongar un período de inestabilidad, tensiones y quiebra de la convivencia en Cataluña”.
“Deseo fervientemente que acierte en su respuesta”, expresó Rajoy quien consideró que la realidad “desmonta de un plumazo todas las falsedades sobre las que se cimenta el mito de una independencia de cuento de hadas”.
Es la respuesta que el señor Puigdemont dé a este requerimiento la que marcará el futuro de los acontecimientos en los próximos días” Mariano Rajoy Presidente del gobierno español
“Un referéndum fraudulento como el del pasado día 1 de octubre no puede llevarse por delante una Comunidad de siete millones y medio de personas, ni al cuarto país de la Unión Europa”, sostuvo.
Rajoy descartó un diálogo como se lo pide Puigdemont en su mensaje del martes en el Parlamento catalán a través de la mediación nacional o internacional, porque “no es posible mediar entre la ley democrática y la desobediencia o la ilegalidad”. Instó a las autoridades catalanas a hablar sobre las competencias administrativas y reformas legislativas, pero no negociar la titularidad de la soberanía que corresponde al conjunto de los españoles y sobre la indivisibilidad de España.