“LES GANó LA TENTACIóN”
Los hermanos Misael y Víctor Hernández, de oficio carniceros, bajaron de su camioneta un tambo de 20 litros para llenarlo de gasolina, cuando “les agarró la lumbre”, cuenta su padre.
Misael, de 24 años, falleció en la explosión y Víctor, de 16 años, tiene más del 80% del cuerpo quemado, está en el hospital pediátrico Tacubaya; los médicos no les dan muchas esperanzas. “Está muy grave. No hay esperanza. Le pido mucho a Dios que siquiera me deje a uno”.
“Nunca les metí un mal consejo. Son carniceros. Venían de trabajar y vieron el montón de gente y se les hizo fácil acercarse y les agarró la lumbre”, lamenta su padre.
Juan Alberto Martínez, ayudante de albañil de 15 años, salió de su trabajo y se dirigía a su casa cuando “le agarró la explosión”, contaron sus familiares. Alberto Martínez, papá del joven, dijo que su hijo iba de paso cuando ocurrió la explosión.
“Venía del trabajo, iba pasando y desgraciadamente le agarró la explosión. Él mismo nos marcó”, comentó en el hospital pediátrico Tacubaya, donde lo reportaron grave, pero estable.
Amado Cruz siempre decía que prefería comer con frijoles antes que aceptar la invitación de los ‘huachicoleros’. Sin embargo, el viernes, al salir de su trabajo, el albañil de 46 años vio la fuga y se acercó a la ordeña.
“Ahí ya todo mundo se hizo huachicolero. Lo invitaban, pero a él le daba miedo”.
“Él nunca hace eso, nunca ha ido a agarrar la gasolina, quién sabe por qué se le hizo fácil. Le ganó la tentación”, dijo su esposa, Andrea Oliva, en el Centro Médico Nacional, donde Amado está hospitalizado.