CONTRA RETRATO
Dice la máxima legal que a declaración de parte, relevo de pruebas. Luego de la cancelación de la mayor fiesta cultural de México por las dificultades que representa la pandemia de COVID-19, la autoridad cultural de la nación y los organizadores del evento, dadas las ambigüedades mostradas, no prepararon un Plan B sólido ante lo que se les venía y la carta mostrada sobre el evento virtual que harán por cinco días muestra improvisación, desdén y hasta recrea la sospecha de su uso con fines propagandísticos de la Cuarta Transformación. Mariana Aymerich Ordoñez, directora del Festival Internacional Cervantino (FIC), no ha explicado con absoluta claridad cómo fue que ante las claras evidencias desde mayo de que sería imposible realizar el FIC en octubre, no formuló una salida alterna que no lastimara a tantos sectores inmiscuidos en su celebración. Y ahora ante la cancelación oficial del evento presencial, no presenta abiertamente que hay entre manos, habiendo tenido tanto tiempo para armar un festivalito multimedios, donde el plato fuerte serán conferencias, que se sospecha será con intelectuales afines al actual gobierno.
Tampoco queda claro el destino de los recursos, pues se afirma que habrá pagos a colaboradores del festival y que otros apoyos irán a Guanajuato Capital, sin siquiera estimaciones sobre montos o una ruta para re-etiquetar los recursos, si lo permite el Gobierno de México y su sui-géneris austeridad. Aymerichs Ordoñez, debe pasar del voluntarismo al peso de lo planeado.