Trabajo infantil, Piden no criminalizarlo
Representantes de ONGs aseguran que funciona como protección contra el crimen organizado
En entornos de violencia y desigualdad, el trabajo infantil ha aparecido como un factor de protección ante el crimen organizado que, además por su práctica formativa y solidaria tiene un profundo valor comunitario, dicen especialistas.
Representantes de organizaciones defensoras de derechos humanos como Save the Children, World Vision, Fundación Avina, así como la REDIM, CDIL y Melel Xojobal hicieron un llamado a no criminalizar el trabajo infantil y distinguirlo de delitos como la trata y la explotación laboral infantil.
Además, un urgente llamado a generar políticas públicas para atender la pobreza y desigualdad que, de inicio, obliga a los menores tengan que salir de sus casas y escuelas para apoyar a la economía familiar.
De acuerdo con las organizaciones mencionadas, México sumaba cerca de 3.3 millones de menores, de entre 5 y 17 años, realizando alguna actividad laboral. De los cuales, más de 529 mil tuvieron que abandonar su escuela durante 2020-2021.
El Centro de Desarrollo Indígena Loyola fue sede del foro “Miradas actuales sobre el trabajo de niñas, niños y adolescentes”, donde organizaciones internacionales, nacionales, así como sus protagonistas, menores de todas las edades y trabajadores, presentaron algunas de sus reflexiones y experiencias, alrededor de la situación del trabajo infantil en nuestro país.
La Directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), Tania Ramírez Hernández, expresó que, a la luz del incremento o la redistribución de las redes del crimen organizado en el país y sobre todo en el contexto covid-19, la participación de las infancias en espacios de trabajo pudo incluso representar espacios de protección para las familias.
Por ejemplo, en casos locales como Ladrilleras en León, tras el cierre de las escuelas, las familias se discutían sobre dejar o no, a sus hijas e hijos solos en casa, sin cuidados. Pues, sabiendo que el crimen organizado hoy no toca la puerta, sino que la rompe y entra por ellos, muchos preferían llevarlos consigo a este lugar.
“Claro, esa participación que al principio era de poquitas horas se empezó a convertir en una participación más constante. […] nos da tanto temor reconocer que el trabajo infantil, en realidad, está marcado por la inseguridad, por la desprotección, frente a problemáticas como la delincuencia, podría representar un espacio de protección.” señaló Ramírez.
Dijo que a las autoridades y a un gran porcentaje de la sociedad les resulta sumamente difícil reconocer que el trabajo infantil, es tan solo una consecuencia de un sistema económico fallido, desigual y excluyente que, junto a otra serie de problemáticas, invisibilizan la condición real en que muchas familias se ven envueltas.
Evelyn, una menor participante como panelista, dijo que “el trabajo infantil no es algo bueno, ni malo”. Pues para ella es una circunstancia de sus vidas, de sus contextos. Atribuirle ese carácter a una circunstancia de sus vidas, solo evidencia una suma de intereses, privilegios e ideología inconscientes.
“Cuando hay trabajo infantil es que algo falló en el sistema”, expresó el director de cumplimiento social en Save de Children México, Alejandro Martínez.
Pues, a pesar de que hay convenciones sobre los derechos de laborales y de los niños, dijo que, de los más de 2 millones de menores en trabajos no permitidos, hay 1.4 millones vinculados con empresas. Donde el tema principal es que exista una responsabilidad y compromiso por garantizar un enfoque de derechos en el mundo laboral para los menores.
Pese a que hay avances, expresaron REDIM y CDIL y principalmente la Directora de Melel Xojobal, Jennifer Haza Gutiérrez, que uno de los retos más importantes es empezar a entender que la forma en la que entendemos el trabajo infantil, determina la forma en la que intervenimos.
Y, por ello, es sumamente necesario reivindicar el trabajo infantil y diferenciarlo de la explotación laboral y reconocer su valor cultural en comunidades; pues en muchos casos, la visión paternalista, patriarcal y europea en los adultos, genera un miedo al germen de la libertad de los menores y una incertidumbre de vivirse como iguales de derechos ante esos ojos.
Finalmente, el oficial de política pública nacional en World Vision México, Malcom Aquiles Pérez, dijo que es sumamente importante la activación de todos los sectores sociales, pues en nuestro país y la región hay un preocupante rechazo por compartir y colaborar en acciones sociales.