2.- Auditorías van y auditorías vienen
Es un hecho que las solicitudes de auditorías se han convertido en una herramienta para materializar las acusaciones políticas. En el Congreso de Guanajuato, las fracciones han recurrido en diversas ocasiones a esta medida como parte del golpeteo, pero también en una necesidad de esclarecimiento que a nadie hace daño. Ayer la Comisión de Hacienda y Fiscalización que preside el panista Víctor Zanella Huerta, desechó 16 solicitudes de auditorías de las cuales 11 fueron de Morena, lo que no deja de darle un carácter faccioso al asunto. Si bien es cierto que algunas solicitudes reiteraban ejercicios ya revisados por la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato (ASEG) encabezada por Javier Pérez Salazar -presente en la sesión- el archivo en bloque no deja de ser un recurso político para eliminar de tajo la posibilidad de echar ojo a otros temas presentes en la palestra pública. De ahí la amarga inconformidad de la diputada de Morena, Alma Alcaraz Hernández, que pedía la revisión de los recursos públicos destinados a la academia del Instituto de Formación en Seguridad Pública del Estado (Infospe) durante este año. Pero además la expectativa estaba en la posible auditoría al Fideicomiso de Administración e Inversión para financiar obras, infraestructura, proyectos y acciones prioritarias en materia de desarrollo social y seguridad pública (FIDESSEG), cuyo ejercicio en 2021 motivó el ceño fruncido de más de uno en la reciente glosa. Se trata del fideicomiso conformado a partir del incremento del .3 por ciento en el impuesto sobre la nómina del que se reportó una disminución de 102.1 millones de pesos por reversión del patrimonio en la cuenta pública de 2021. Aunque en el manotazo se fueron otras auditorías que la ASEG ya debe hacer ordinariamente, como a los recursos de desarrollo social y humano, otras para auditar municipios como León y Guanajuato en lo que va de este 2022 corrieron con la misma suerte. En cambio, revisiones a las gestiones morenistas de municipios como Acámbaro y Salamanca, sí se quedaron. Esta determinación fue tomada con la mayoría del PAN. El argumento fue no duplicar trabajo a la ASEG, amparados en un plan de auditorías aprobado con 272 actos de fiscalización para este 2022. Sin embargo, en la gestión pública existen imponderables no sujetos a una agenda predispuesta. Ahí no se duplica, se reacciona.