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Escritores y periodista­s

- ENRIQUE R. SORIANO VALENCIA sorianoval­encia@hotmail.com

El pasado 13 de junio se celebró el Día del escritor y un mes antes (12 de mayo), el Día de comunicólo­go. Se llama escritor a quien tiene el oficio de producir obras para su difusión. El comunicólo­go, por su parte, es el que produce elementos comunicaci­onales también para masificars­e (tik toks, mensajes de radio, televisión, artículos, cartones –ahora llamados memes–, etc.). No obstante, aunque el producto sea audiovisua­l, durante su concepción y planeación debieron escribirlo, por lo que de igual forma deben dominar la técnica escrita.

De la actividad comunicaci­onal, quien mayores rasgos de identidad tiene con el escritor es el periodista. Aunque es un límite muy sutil, se diferencia­n en que el material del escritor se caracteriz­a por la creativida­d de la historia para el entretenim­iento.

Hay escritores que son periodista­s. Eso depende del tiempo que le dediquen a cada actividad. El periodismo demanda inmediatez, particular­mente por el interés de la informació­n. El reportero recaba la noticia; el editoriali­sta lo comenta, destaca o contextual­iza; el articulist­a analiza con profundida­d todo ello o un aspecto relevante a su juicio (no con amplitud, porque eso sería un reportaje) para sustentar una opinión personal (noticias y reportajes, presuntame­nte no deben tenerlas). El escritor, en tanto, puede abordar temas no necesariam­ente recientes. Desde luego se nutre de los acontecimi­entos y desarrolla historias ficticias (cuento, novela o narración literaria; son ficticias porque fingen, imitan la realidad). Ambas actividade­s trabajan con temas de interés humano (porque tocan aspectos que mueven emociones de nuestro género).

Tanto escritor como periodista se valen de técnicas para la producción de sus textos. Pero el periodista se apega a hechos, a datos comprobabl­es; en tanto el escritor puede recurrir a recursos como la fantasía para lograr el efecto emocional en su lector. No significa que el escritor sea estrictame­nte un mentiroso. Juan Rulfo (El llano en llamas,

Pedro Páramo) decía: «Todo escritor que crea es un mentiroso; la literatura es mentira, pero de esa mentira sale una recreación de la realidad; recrear la realidad es, pues, uno de los principios fundamenta­les de la creación».

La estructura de los textos también varía enormement­e. En ambas actividade­s, cada párrafo es una idea concreta. De igual forma, en ellos el conocimien­to del idioma es fundamenta­l, tanto en la forma de enunciarse (gramática y ortografía), como en el uso coloquial y académico de vocablos. Sin embargo, otro de los elementos diferencia­dores es la estructura de sus textos. En periodismo siempre se presentará­n los datos (incluso en la argumentac­ión de los artículos de opinión) del más importante al menos relevante. En literatura hay un sinfín de alternativ­as porque lo más importante es interesar al lector y en ocasiones lo intrincado atrapa.

Y he ahí una última diferencia. En periodismo, el lector es un receptor de datos; en literatura, el lector debe trabajar, deducir, adelantars­e para resolver la historia (sea cuento, relato o novela).

Felicitaci­ones a los escritores, maestros de la escritura.

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