Sismo en Afganistán deja a más de mil fallecidos
Ante los miles de heridos, gobierno Talibán urge ayuda internacional
Un terremoto remeció una región agreste y montañosa del este de Afganistán a primeras horas de ayer, destruyendo viviendas de adobe y causando la muerte de por al menos mil personas.
El desastre representa una nueva prueba para el gobierno talibán y para las agencias de ayuda que ya tienen las manos llenas con las múltiples crisis humanitarias en el país.
Es el sismo que más víctimas mortales ha dejado en Afganistán en dos décadas, y los funcionarios señalaron que el saldo podría aumentar. Se calcula que otras 1,500 personas resultaron heridas.
El desastre causado por el sismo de magnitud 6.1 infligió más penurias en una nación en donde millones de personas se enfrentan a condiciones de hambruna y pobreza, y donde el sistema de salud se ha ido deteriorando desde que el Talibán retomó el poder hace casi 10 meses, tras el retiro de las tropas de Estados Unidos y la OTAN. El ascenso del Talibán al poder puso fin al vital financiamiento internacional, y la mayoría del mundo ha rechazado al nuevo gobierno.
En una inusual medida, el líder supremo del Talibán, Haibatullah Akhundzadah, quien rara vez aparece en público, hizo un llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias “para ayudar al pueblo afgano afectado por esta enorme tragedia y a no escatimar esfuerzos”.
Los residentes de una zona remota cerca de la frontera con Pakistán buscaban víctimas vivas o muertas retirando los escombros con sus propias manos, según imágenes transmitidas por la agencia noticiosa Bakhtar. De momento se desconoce si se envió equipo pesado para labores de rescate o si siquiera se puede llegar hasta el lugar.
Al menos 2 mil viviendas quedaron destruidas en la región, en donde una casa promedio tiene entre siete y ocho personas en su interior, dijo Ramiz Alakbarov, reespecial adjunto de Naciones Unidas para Afganistán.
La magnitud total de los daños en los poblados montañosos ha salido a la luz con lentitud. Los sinuosos y complicados caminos, en el mejor de los casos, han quedado sumamente dañados, y los deslaves causados por las lluvias recientes complicaron todavía más el acceso.
El sismo tuvo epicentro en la provincia de Paktiká, unos 50 kilómetros al suroeste de la ciudad de Jost, el movimiento telúrico tuvo una profundidad de apenas 10 kilómetros. Los terremotos poco profundos suelen causar más daños.
La agencia sismológica europea informó que 119 millones de personas sintieron el sismo en un radio de más de 500 kilómetros, en Afganistán, Pakistán, y la India.
Imágenes desde Paktiká mostraban a hombres cargando a personas envueltas en sábanas y esperando la llegada de helicópteros. Otras víctimas recibieron asistencia en el lugar. Se pudo ver a una persona que recibía fluidos vía intravenosa mientras se encontraba sentada en una silla de plástico frente a los escombros de su casa, y varias más estaban tendidas en camillas. En algunas imágenes se puede ver a residentes recogiendo ladrillos y demás escombros. Techos y muros estaban colapsados.
El número de muertes reportacios das por la agencia noticiosa Bakhtar es similar al del sismo de 2002 en el norte de Afganistán. Se trata de los peores terremotos desde 1998, cuando otro temblor, también de 6.1, y sus réplicas en el noreste del país cobraron las vidas de al menos 4 mil 500 personas.
El terremoto de ayer se registró en una zona propensa a los deslaves y con varias construcciones envejecidas y frágiles.
“Se teme que el número de víctimas aumente, ya que muchas personas podrían estar atrapadas bajo edificios derrumbados”, dijo Stefano Sozza, director para Afganistán del grupo de asistencia médica italiano Emergency, el cual envió siete ambulancias y personal a las zonas cercanas al lugar del epicentro.
Más del 60% de los 38 millones de habitantes de Afganistán dependen de la ayuda internacional para sobrevivir.