MORENA: LA INCONGRUENCIA FRENTE A LOS ENDEUDAMIENTOS
Si usted quiere saber por qué razón no es lo mismo ser borracho que cantinero, basta con ver lo que pasó ayer a Morena en la comisión de Hacienda y que hoy tendrá su desenlace en el pleno del legislativo local al cierre del período ordinario de sesiones.
Los diputados morenistas que tienen como principio, mandamiento y eje rectos decirle “no” a la deuda pública, se enfrentan con la dura y cruel realidad cuando uno de sus alcaldes actúa con lógica y en tiempos de crisis acude al apalancamiento para sortear el momento.
Así lo hizo el alcalde de Silao, expanista por cierto, Carlos García Villaseñor, quien solicitó algo que se conoce como adelanto de participaciones que para efectos técnicos es deuda.
El punto es que Morena siempre se ha pronunciado en contra de las deudas del gobierno estatal y luego de las municipales. La semana pasada la bancada guinda votó en contra de la deuda de Apaseo El Grande. En las mesas previas, la diputada Alma Alcaraz, única morenista que pertenece a la comisión Hacienda se lució como ella sabe para decirle no a esa solicitud.
Por alguna razón, cuando el dictamen se llevó al pleno, Morena nomás votó en contra, pero ningún diputado ni diputada subió a tribuna a argumentar.
Ayer, llegaron a Hacienda seis dictámenes entre los que iba el de Silao. En lugar de tomar el toro por los cuernos, Alma Alcaraz quiso patear el balón y solicitó dejar fuera de la votación ese, pero también Yuriria y Tarimoro que estaban bajo el mismo esquema. Los últimos dos son gobernados por Verde y PRI.
La solicitud de Alcaraz fue rechazada al tiempo que en la Junta de Gobierno el coordinador Ernesto Millán solicitaba someter a votación en bloque los seis dictámenes para que en la bola “ni se supiera”.
Dos problemas enfrenta Morena con ese intento de maroma. Uno de forma y otro de fondo.
Que en lugar de enfrentar la realidad y tratar de explicar su incongruencia quiere posponer el análisis. Y el de fondo: ¿cómo le explica a su alcalde de Silao que es el que gobierna y tiene que resolver problemas, que su partido tiene proscrito la deuda?
Dogmas y posturas que pueden sonar encantadores desde la oposición pero que se convierten un dique cuando son gobierno. Algo tendrán que hacer los morenistas. Hoy por lo pronto, a nadie le extrañe que voten divididos en el pleno. Es lógico que sus alcaldes pongan el grito en el cielo. La austeridad republicana no alcanza para hacer obras.