¿LUIS ERNESTO CONTRA EL DEDAZO AZUL? MEJOR UNA DE VAQUEROS

Ya nos confirmó el presidente de la Junta de Gobierno, Luis Ernesto Ayala Torres, que sí aspira a ser candidato del PAN a la gubernatura. Reconoce tácitamente la cargada dieguista a favor de la secretaria de Gobierno y hasta implora: “no nos dejen de lado”.

Una reveladora y hasta cierto punto refrescante frase de reclamo del 2 veces exalcalde leonés que pide, no descarten a un varón como candidato del PAN a la gubernatura.

Y da un paso adelante. Pide encuestas. Que el PAN tome en cuenta la opinión de la sociedad para definir a su candidato a la gubernatura. Pero sondeos de adeveras. Nada de encuestas cuchareadas o a modo. Ayala Torres no confronta al status quo del panismo actual en donde el gobernador parece convertirse en el gran elector. Es cuidadoso porque nunca ha sido un kamikaze y menos lo será a estas alturas del partido.

Y ese es el punto. No hay en el PAN alguien que en realidad quiera desafiar el estado de cosas ni la paz y la institucionalidad en el partido gobernante tan parecido al viejo PRI que tanto criticaron en sus modos de elegir candidatos, en su ausencia de democracia interna.

Luego de que al gobernador Diego Sinhue no le cuajó su primera apuesta de delfín con el secretario de Desarrollo Social y Humano, Jesús Oviedo (porque el susodicho no se la quiso creer ni agarró al vuelo la ocasión), el plan B se echó a andar. Ya no hay duda de que Libia Dennise García avanza en su agenda diaria con etiqueta de precandidata favorita en turno.

Su agenda, sus movimientos, sus intervenciones, tienen el aval de Diego Sinhue y su círculo cercano. Paradójicamente, ese plan B mantiene más viva que nunca a Alejandra Gutiérrez

Campos que se juega su resto en los siguientes meses como la “no favorita” del gobernador en turno en este plan B.

No se le puede ni se le debe descartar porque el gobernador tiene que hacer amarres y acuerdos con el presidente nacional del PAN. Marko Cortés como en su momento los tuvo que hacer Miguel Márquez con Ricardo Anaya hace 6 años.

Definiciones como el género de las candidaturas en los estados y las propias definiciones de los o las candidatas tienen que pasar por el tamiz del Comité Ejecutivo Nacional.

Hoy, Diego Sinhue tiene el control de las decisiones pero requiere tejido fino y en esos afanes, el gobernador querrá tener un mayor control en lo interno para que no se agreguen frentes de conflicto a los que tendrá que sortear para definir a quien quiera ser su sucesor o sucesora.

Y es por ello, que no se puede desdeñar la aspiración de Luis Ernesto Ayala que es, en efecto, un político serio y experimentado. Vamos, se le puede tomar como un referente, no así al alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro cuyo futurismo está bien para la chacota y los memes. No tiene ninguna posibilidad.

Pero Ayala Torres tiene adeptos. Goza de buena imagen en el sector empresarial leonés, en el de las cámaras y en el de los poderes fácticos.

Y ya hemos visto también que en esos mismos sectores hay quienes mantienen el “chip” machista de ¿cómo le iría al estado si lo gobierna una mujer?

Pero el tema es que Luis Ernesto no es un kamikaze ni va a ser un rebelde que busca “todo o nada”. Es justo esa zona de confort de que nada tiene que perder la que le permite jugar al exigente.