Manuel Esperón, sastre musical de Pedro Infante y Jorge Negrete
Palimpsesto cotidiano
De la Época de Oro del cine mexicano, tenemos muchos nombres y protagonistas. Sin embargo, tres personalidades destacan en el cartel de este patrimonio cultural nacional que ha trascendido a nivel mundial: el compositor Manuel Esperón González (1911-2011) y los cantantes Pedro Infante (1917-1957) y Jorge Negrete (1911-1953).
El autor musical Manuel Esperón, trabajó en mancuerna autoral con los famosos poetas y escritores Ricardo 'El Vate' López Méndez (1903-1989), de Yucatán; Felipe Bermejo (1901-1989), de la Ciudad de México; Pedro de Urdimalas (1911-1995), de Guadalajara, Jalisco; Zacarías Gómez Urquiza (19051982), de la Ciudad de México; y Ernesto Cortázar (1897-1953), de Tampico, Tamaulipas.
En la filmografía hispanoamericana se recuerda una larga lista de películas donde nos beneficiamos del talento del genio profesional de Esperón, cuyo concepto del nacionalismo musical, iniciado por su colega el filarmónico Manuel M. Ponce (1882-1948), se aprecia en las 626 películas de las que fue el creador de la música de fondo. Además, su contribución se registra en la banda sonora y los temas principales que los protagonistas cantaron en el catálogo cinematográfico en el que consta su participación: 'Nosotros los pobres', 'Ustedes los ricos', 'Los tres García', 'Las abandonadas', 'Una carta de amor', 'Me he de comer esa tuna', 'Ojos de juventud', 'Yo bailé con don Porfirio', 'La muerte enamorada', 'Gran casino', 'Por tu maldito amor', '¡Ay Jalisco, no te rajes!' y 'El peñón de las ánimas', entre muchos más.
Asimismo, su aportación musical, al pentagrama mexicano consta a través de sus 947 composiciones, de las cuales muchas fueron inmortalizadas por las principales voces de nuestro canto popular, donde brillan con vigencia contemporánea: Pedro Infante, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Lucha Villa, Miguel Aceves Mejía, Mario Moreno 'Cantinflas', Javier Solís y Vicente Fernández; entre muchos más íconos de nuestra genuina cultura musical que nos identifica aquí y en el mundo entero.
Del mazatleco Pedro Infante y del guanajuatense Jorge Negrete, Manuel Esperón se corona como su 'Sastre musical', en virtud que concibió para ellos las canciones para su tesitura vocal, para su personalidad artística y para la temática propia del filme donde participaban.
Del testimonio directo de su esposa, doña Beatriz García, viuda de Esperón (actual difusora de su legado musical) conocemos que el famoso bolero ranchero 'No volveré', se compuso a la medida y necesidad de Pedro Infante, el carismático ídolo que, a 67 años de su desaparición física, ocurrida el 15 de abril de 1957 (con 40 años de edad), sigue arrancando suspiros femeninos y permanece, con alto valor de representatividad cultural, en la memoria colectiva de México, América Latina y el Caribe, España y otros países del mundo.
Del guanajuatense Jorge Negrete, el 'Charro cantor', nos cuenta doña Beatriz García, viuda de Esperón, la ocasión en que el filme donde participaría requería que el cantante proyectara su voz de tenor a un nivel técnico vocal que Negrete dudó en alcanzar; sin embargo, fue Manuel Esperón quien le aseguró que la composición había sido creada exclusivamente para su capacidad; misma que finalmente le permitió alcanzar la nota deseada y fue cuando el 'Charro cantor' se sorprendió de lo bien que Esperón conocía su potencial interpretativo.
Manuel Esperón y Jorge Negrete nacieron el mismo año (1911), mientras que Pedro Infante, quien siempre les distinguió con su admiración y respeto al hablarles de 'usted', era seis años menor. El primero en fallecer fue Negrete (1953), luego Infante (1957) y el 13 de febrero de 2011, falleció Manuel Esperón, a quien se despidió en el Palacio de Bellas Artes, con el correspondiente homenaje a su alta aportación al acervo cultural de México y el mundo de la música. Otro honor adicional, lo recibió de la prensa, quienes le inmortalizaron con el nombramiento de 'Músico de oro del cine nacional'.
En próxima fecha, sus restos mortales serán trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres, donde compartirá memoria inmortal con el violinista y compositor universal Juventino Rosas (1868-1894), padre de la música mexicana a quien Infante personificó en el filme 'Sobre las olas' (1950).
Negrete, Infante y Esperón son tres puntas de un diamante que luce como joya primordial en la corona de la identidad nacional. Tres hijos de su pueblo mexicano que sigue cantando 'Amorcito corazón', 'Flor de Azalea', 'Traigo un amor', '¡Ay Jalisco, no te rajes!', 'Me he de comer esa tuna', 'Cocula', 'Noche plateada', 'Tequila y limón', 'Cuando quiere un mexicano', 'Serenata tapatía', 'Yo soy quien soy' y muchas más que también tarareamos y silbamos, como una sonoridad de comunión cotidiana con lo nuestro, con lo que nos pertenece en el todo cualitativo de ser mexicanos.
Ayer y hoy, la apreciación y divulgación del patrimonio musical mexicano es un palimpsesto cotidiano. ¡Hasta el próximo palimpsesto!