Cuidados y Tutela
¿¿Cómo te sentirías tú, amable lector, si en un momento determinado que caminas en un espacio público y tienes la necesidad de subir a un tercer piso, pero encuentras que no hay escaleras, no hay elevador y la única manera de hacerlo es un medio que requiere enorme esfuerzo físico para el que podrías estar impedido o limitado?.
En la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un tratado internacional que establece los derechos fundamentales de quienes viven en esta condición, se establece uno de los pilares fundamentales en su contenido, el principio de accesibilidad.
Es un concepto que implica garantizar que quienes conforman este segmento tengan igualdad de oportunidades para participar plenamente en todos los aspectos de la vida. Esto incluye el acceso físico a entornos como edificios y espacios públicos, el transporte, así como acceso a la información, la comunicación y la tecnología.
La accesibilidad no se limita solo a eliminar barreras físicas, como escaleras sin rampas o puertas estrechas, sino que también abarca la eliminación de barreras de comunicación y de información. Esto significa proporcionar formatos accesibles, como braille, audio o formatos digitales, para garantizar que las personas con discapacidad puedan acceder a la información de la misma manera que las personas sin discapacidad.
La mencionada convención establece que la accesibilidad es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para la inclusión y la igualdad de oportunidades. Reconoce que la falta de accesibilidad puede perpetuar la exclusión y la discriminación contra las personas con discapacidad, limitando su participación en la sociedad y su ejercicio de otros derechos humanos.
Una sociedad incluyente es aquella que participa en la toma de medidas para garantizar la accesibilidad en todos los ámbitos de la vida, incluyendo la adopción de políticas, legislaciones y acciones concretas para eliminar barreras y promover la plena participación e inclusión de las personas con discapacidad.
Como ciudadanos, todos tenemos un papel importante que desempeñar para contribuir a la creación de entornos accesibles para las personas con discapacidad. Es crucial sensibilizarnos y educarnos sobre las distintas formas de discapacidad y cómo podemos incidir para que todas y todos contemos con entornos incluyentes.
Promover el diseño universal en la planificación y construcción de espacios públicos, edificios, transporte, tecnología y productos es esencial. El diseño universal busca crear entornos que sean utilizables por todas las personas, independientemente de sus capacidades. Hasta la próxima.