CONCESIONES DE FIN DE SEXENIO: DE LA ASEG AL TJA
Cada ocaso de sexenio, no faltan las concesiones, los favores, los premios atrasados o de plano las negociaciones apuradas. Trasfondos hay de todo tipo, desde los más perversos hasta los de simple amiguismo. El hecho es que se trata de otro momento cíclico crucial a observar en el gobierno de Guanajuato.
Es en ese marco que surge el nombre de titular de la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato (ASEG), Javier Pérez Salazar, como una de la opciones que tendría a la mano el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, para ocupar la magistratura que permanece vacante en el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), quien tiene la facultad para enviar sin terna su propuesta al Congreso Local.
Por supuesto, se trata de una radiopasillo que ha trascendido al interior de la propia ASEG, donde los constantes cambios en los directores de área, las cargas de trabajo por atrasos en los proceso de auditorías y hasta los inusitados ataques informáticos, son materia a la que ahora se le agrega la posible salida de su titular, con la salvedad de que eso significa entregar el cargo sin pendientes.
Ahora bien, de ser cierto, no sería la primera vez que el Jefe del Ejecutivo impulsa a un funcionario directamente de la ASEG. En el pasado inmediato está el caso de Gerardo Arroyo Figueroa, quien en 2018 desempeñándose como Auditor Especial de Evaluación y Seguimiento saltó al TJA. De la misma trascendió el método, pues sólo fue cuestión de tres días su presentación y aprobación.
Tómelo como es, como un trascendido al tratarse de un titular de la ASEG con vigencia hasta el 2027, pero se trata de designaciones y operaciones políticas que no dejan de hacer ruido, en el contexto de un gobierno cada vez más observado y cuestionado, pero sobre todo, en pleno proceso de cambio.