Cosmopolitan (México)

GINECO P+R

-

93 Tus dudas más íntimas.

¿Yqué pasa con los hombres después de tronar? ¿Somos en verdad esos neandertal­es sin corazón que luego de un rompimient­o salen a aparearse con una nueva hembra? ¿Es real esa sonrisa cuando nos preguntan por ella? ¿Somos tan maduros? La respuesta es un rotundo NO. Luego de un truene, sucede con nosotros un fenómeno parecido a la nostalgia; digamos que somos capaces de amar a la distancia y nos sentimos seducidos por el pasado. Si bien las películas nos han enseñado que una chica, después del rompimient­o, tiene alternativ­as como comerse un bote de helado a o salir a vivir la vida loca, en nosotros empieza una especie de germinació­n de retro-amor. Los hombres podemos amar en retrospect­iva, y enamorarno­s más de aquello que no fue que de lo que ocurrió. Caso contrario, ustedes, mujeres, que son capaces de enamorarse pero del futuro, de algo que puede suceder, de una promesa o idea que quizá ocurra con el tiempo. Por eso, a veces, tanto desencanto en las relaciones, porque ustedes creen que algo bueno va a suceder en medio de un desastre. Por eso, también cuando una chica dice “hasta aquí”, es en serio, pues si no ve futuro, no hay nada. En cambio, un hombre, al terminar una relación puede siempre volver. Volvemos por esa nostalgia que produce el adiós.

Después de romper, comenzamos un proceso nostálgico automático, en el que extrañamos esos besos que antes nos empalagaba­n, esos abrazos que interrumpí­an la escena de balazos a media película. Buscamos, sin éxito, su aroma en nuestro saco. En ocasiones los exnovios vamos al perfil de la ex y damos un like o ponemos una carita feliz, como para hacer contacto con nuestro pasado, y para recordar un poco lo felices que fuimos. Dicen que siempre volvemos a los sitios en donde fuimos felices, y eso incluye también Facebook. Sólo hagan memoria, queridas chicas Cosmo, cuántos galanes con los que terminaron les dan like o se hacen presente de la nada, incluso para decir: “cuenta conmigo”. Esos son nuestros suspiros disfrazado­s. Y sí, con el tiempo este amor al pasado continúa, pero se hace menos latente, porque con el tiempo también va creciendo nuestra lista de ex, entre las cuales repartimos la nostalgia y las caritas felices. La vida después del adiós para un hombre es tan dura como para una chica, pero no lo mostramos. No comemos kilos de helado ni nos compramos tacones nuevos. Quizá nos embriaguem­os de más una noche, y ya. Al día siguiente, usaremos nuestra camisa para ligar y saldremos en busca de unos nuevos brazos que nos consuelen del impacto que está por llegar. ¿Cuál? El del duro golpe de saber que ella tiene un nuevo amor, y no somos nosotros. Así las cosas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico