QUÉ LE SUCEDE A TU FLUIDEZ SEXUAL
PARECE QUE CADA VEZ MÁS PERSONAS YA NO SON ESTRICTAMENTE HETEROSEXUALES U HOMOSEXUALES. KATIE HEANEY EXPLORA EL AUMENTO EN ESTA ELÁSTICA ATRACCIÓN.
El sexo nunca ha sido algo sencillo. Sin embargo, el año pasado fuimos inundados con ejemplos de cuántas variaciones existen. Un mensaje que recibí de mi amiga Chiara encapsulaba lo siguiente: “Parece que hoy día todo mundo es gay… o al menos un poco”.
¿De quién hablaba? Kristen Stewart y Cara Delevingne públicamente admitieron que estaban enamoradas de sus novias (ahora exes); la estrella de Parks and Recreation, Aubrey Plaza; la actriz de
Brooklyn Nine-Nine, Stephanie Beatriz, y la it girl, Bella Thorne, se definieron como bisexuales; autoras bestsellers como Elizabeth Gilbert y Glennon Doyle Melton (quien se casó antes con hombres) anunciaron que salían con chicas. Mira a tu alrededor y puede que te des cuenta de un creciente número de amigas (que alguna vez tuvieron un novio) que ahora tienen relaciones serias con personas del mismo género. Y aunque parece ocurrir menos frecuente, algunos hombres (como el actor de Younger, Nico Tortorella) han admitido tener interés tanto en mujeres como en varones.
Esta fluidez sexual (sentirte atraída a alguien sin importar su género) está incrementando en popularidad, en parte porque esas celebridades han aumentado la aceptabilidad del espectro erótico, dice Jane Ward, profesora de estudios de género y sexualidad de la Universidad de California. Lo que alguna vez nos sorprendió ya no tiene el mismo efecto. Actualmente, cuando
escucho que una mujer cambió de preferencias sexuales, lo único que pienso es… pues es justo igual que yo.
Un nuevo bando
La mayor parte de mi vida me consideré heterosexual. Me gustaban los niños de la escuela, amaba a Channing Tatum y coqueteaba con los hombres que me invitaban un café por la mañana. Siempre asumí que mi vida amorosa oscilaría hasta que encontrara al chico indicado. Aunque ahora me pregunto si mi interés por las mujeres siempre estuvo ahí. A los 28, me encontraba lista para descubrirlo. Hice un perfil en una app para lesbianas y comencé. En un periodo de tres semanas conocí a la mujer que ahora es mi novia y me definí como gay. La idea de que todo este tiempo fui homosexual no se alinea con la ansiedad genuina que sentía cuando me gustaba un chico. Pero tampoco me definiría como bisexual.
De esa área gris viene el concepto de fluidez sexual. Las atracciones pueden cambiar, en ocasiones una o dos veces en la vida, otras más con mayor frecuencia. Las chicas son más propensas a experimentar, de acuerdo con varias encuestas. Pero hablando en términos de evolución, esto pudo haber ayudado a reducir la tensión en relaciones polígamas (múltiples esposas, un esposo); sin embargo, algunos expertos debaten que es más probable que sea debido a los factores sociales y culturales.