Buenas vibras
Han pasado tantos días desde la última vez, que hasta alcancé a darle una vuelta más al sol, mientras nos volvíamos a leer en medio de tiempos lejanos y extraños que me susurraron al oído y al son de las mañanitas que, el día en el que nacemos, nacieron todas las flores, que el amor a la distancia no es de imposibles, sino de ganas, que solo necesitas dedicar un segundo para ser inmensamente feliz a otro, que tus palabras y deseos pueden viajar sin necesidad de pagar un boleto de avión ni hablar el mismo idioma, que tu vida y la de tus seres queridos hoy dependen de un suspiro, que las horas en pausa como el karma te devuelven todo menos a quienes te amaron y perdiste; sin embargo, las buenas noticias son que los tiempos difíciles también traen esperanza y sanan las viejas heridas, incluso las que les hicimos a la naturaleza y a los animales, y aunque ellos son más nobles que nosotros, seguro habrá alguien que reciba una llamada o un mensaje con una sonrisa que aligere el peso de sus culpas, permitiéndonos movernos con el equipaje más liviano a todos. Piensa que los sentimientos que un día tuviste nunca mueren, solo cambian, se transforman y se liberan. Decidí que me quedo con lo bueno, y lo malo ya lo olvidé y nunca será tarde para disculparte o agradecer. Hoy todos nos amamos distinto, pues aprendimos que podemos perdernos sin siquiera despedirnos, que ya no se trata de odiar a nadie ni de guardar rencor en nuestro corazón, que la vida siempre ha sido corta para espiarnos y no hablarnos o malgastarla en algo distinto a vivirla repletos de detalles que nos reconforten. Ahora no importa cuánto tienes ni quién eres, el dinero hoy compra lo mismo o, por lo menos, no puede adquirir lo que todos anhelamos. Momento precioso de rotar la perspectiva, de abandonar nuestro egocentrismo y tomarnos un segundo para mirar las ciudades que habitamos. Cuántas postales hermosas debemos tener –ustedes que me leen y yo–, en estos momentos, inmortalizadas en nuestras fotos mentales, con solo un segundo en el que nos detuvimos a ver con otros ojos, sin conocernos a través de la ventana; el ver hacia afuera nos contextualiza, pero hacia dentro nos ubica y entendemos que todos hacemos parte de un tejido que se conecta a partir de las emociones más profundas. Esta edición la hicimos con más amor, de la mano de todos nuestros amigos, con ese optimismo que nos caracteriza, aunque a veces flaquea y se sostiene del otro, porque ahora más que nunca nuestro mantra es poderoso, #UnidxsSomosMásFuertes. Por eso deseamos recordarles que la buena vibra también es contagiosa, llenarlas de frases y de 100 razones, porque este team Cosmo –que termina en quien ahora mismo la está imprimiendo hasta quien se encarga de entregarla– no puede estar más orgulloso. Pese a la distancia, entre nosotros y por esta nueva forma de hacerlo, hoy la tienes en tus manos; como es costumbre nos haremos compañía, te contaremos secretos de belleza en cuarentena de modelos lejos de casa (como muchos migrantes, incluida yo), fotos dentro del clóset de una instablogger tomadas virtualmente por Diego Armando, un fotógrafo fuera de serie. La vida nos está cambiando y la mejor forma de tener el control es perderlo del todo, solo que ahora diría Pep Guardiola: “Cada uno tiene que luchar por ser el mejor, pero sin los demás, es absolutamente imposible”. Por ello formemos equipo y, ahora que aprendimos el valor de un beso y un abrazo, hagamos que hasta el más frío de los humanos se derrita en nuestros brazos.