¿Cancelar o no cancelar planes?

Quizá esta sea una de las cuestiones que la cuarentena ha resuelto para traernos un gran aprendizaje.

evanta la mano si esto te suena familiar: es martes por la mañana y acabas de terminar tu segunda taza de café. Te sientes la Mujer Maravilla porque ya leíste todos tus correos y al parecer podrás salir de la oficina a una hora razonable. ¡Hurra!, pero a la hora de la comida, una amiga te envía un mensaje por WhatsApp: “¿Vamos hoy por unos drinks?”. Automáticamente respondes con un poderoso “¡Obvio!”, mas cuando llegan las 5:30 de la tarde, tu energía se ha bajado y lo único que quieres hacer es quitarte tu bra, iniciar Netflix y meterte en Instagram.

¡Qué terrible situación! ¿Te identificaste? Muchas hemos pasado por ello y (quizá) pensado en decir que nos sentimos enfermas, alegar que nos llegó un proyecto urgente de último minuto (esto no es tan obvio, aunque también lo hemos usado), o terminamos yendo con la amiga sin pasárnosla bien. Pero, hay una cuarta opción: simplemente hablar con la verdad. Sí, puedes ser honesta sin arruinar la vida de nadie, solo debes aprender a hacerlo. Total, nada tiene de malo querer quedarte en tu sofá; solo que, antes de tomar esta decisión, desde el corazón te decimos que hay momentos que jamás regresan y oportunidades que no suelen repetirse.

Describe tus razones

Digamos que estás agotada y solo quieres acostarte en el sillón con tu novio de internet, Noah Centineo. Trata de enviarle un mensaje a tu amiga que diga algo así: “Oye, creo que estaba distraída cuando acepté tu invitación. Esta jornada ha sido espantosa y solo quiero irme a casa y no moverme de mi cama en toda la noche. ¿Podemos vernos otro día?”. Lo más probable es que entienda y hasta tenga empatía por ti. Incluso se sienta aliviada porque también quería postergar. Sin embargo, apreciará que no le estás cancelando ni mintiendo. Y el resultado sigue siendo el mismo: tú y Noah juntos.

Reagenda siendo realista

Elige una fecha donde tu calendario se vea particularmente relajado.

Sí, puedes ser honesta sin arruinar la vida de nadie.

Es fácil proponer una nueva salida para solucionar tu problema en el momento, pero solo te causarás más enredos si vuelves a cancelar. Aunque si te acabas de dar cuenta de que no te la pasas tan bien con esa amiga, ni siquiera intentes usar la gran frase: “Pero ya hace mucha falta vernos. Tú pon la fecha”.

A veces hay que aguantarse y mirar en positivo

Algunas cosas no pueden reagendarse, nunca: dejar plantado a alguien en su boda, despedidas de solteras y reuniones íntimas podría terminar con la amistad por completo. Si no puedes ir, comunícalo lo antes posible. Recuerda, no digas que sí irás y luego discretamente haces tu plan para cancelar al día siguiente. Consejo: si tu problema es la ansiedad social, ten por seguro que no te convertirás en una persona extrovertida de la noche a la mañana. Si aceptas ir a la incómoda despedida de soltera de tu amiga de la oficina, velo por el lado bueno, al menos tendrás un recuerdo memorable en tu vida (quizá. con un guapo disponible, ¿te lo perderás?).