P ers o n al
el exceso de productos, limpia cada uno de tus cajones, contenedores, cosmetiqueras y cualquier otro lugar donde guardes maquillaje. Pasa una toalla caliente primero, luego spray antibacterial (nosotras amamos el Desinfectante Antibacterial Lysol, 115 MXN) y, a continuación, las protagonistas: tus brochas. Pon un poco de acondicionador en las cerdas, en seguida agítalas en agua caliente (evitando que la parte de plástico o metal toque el agua, no quieres pegamento derretido en las cerdas). Para terminar, enjabónalas con shampoo libre de sulfato, sacúdelas y déjalas secar sobre una toalla.
Ahora es el momento de cortar la punta de cualquier labial que se vea sucio (revisa que no esté descolorido, seco ni tenga grumos), limpiar los pigmentos de color de las tapas (o tirar las rotas); también, retirar las manchas de tus espejos de mano y separar los delineadores para ojos y labios. Si tienes tiempo, dale una rociada a tu maquillaje y herramientas con el Power Mist de Touchland, 260 MXN; incluso puedes utilizarlo para mantener tus bronzers, blushes y sombras limpias. Consejo importante: no apliques demasiado, o se arruinará la fórmula de tus productos.