En 2018 se detectó una bolita en el seno; le practicaron un ultrasonido con biopsia y le confirmaron cáncer de mama. Comenzó con las quimioterapias, luego un tratamiento de radioterapias y finalizó con un implante. Fue una etapa difícil porque –además– cu
David
Cuando nos dieron el diagnóstico estábamos en medio del duelo de mi suegro y no quisimos compartir esta noticia con la familia ni nadie, porque sentímos que no era el momento. En ocasiones, hasta los oídos me zumbaban; jamás crees que le ocurrirá a tu familia o a alguien que amas tanto, lo vives a través de las películas, una serie o historias ajenas. Sandra y yo tenemos dos hijos, de 7 y 9 años, les platicamos y los escuchamos llorar. Cuando los llevaba a la escuela, me preguntaban cómo estaba su mamá pues la veían todo el día acostada y decaída; en ocasiones, ella se despertaba con miedo y yo la abrazaba porque temblaba mucho. Creo que lo importante es enfocarte en apoyarla día a día, tratar de darle la vuelta al problema, aunque, hasta la fecha siento impotencia con tantos medicamentos que debe tomar. Muchas veces me siento frustrado porque debo salir a trabajar. Intento comprenderla y ayudarla, aun con sus cambios de humor, y ser la persona que siempre esté ahí para ella. Uno no sabe cómo hacerle, pero lo mejor es ir sacando un día a la vez, sin tanta planificación. Teníamos proyectado viajar; de un día a otro todo cambió.
Sandra
La relación cambió después del cáncer; ya no podíamos jugar tan pesado como antes, si él tenía ganas de salir yo me sentía sin energía. Hay alimentos que todavía me siguen dando náuseas; como apoyo, él decidió no comerlos tampoco.
EL AMOR ES INCONDICIONAL Sandra
Hoy quiero comerme el mundo en un instante, sé que todo podría acabarse en un abrir y cerrar de ojos. No quiero quedarme con las ganas de intentar.
David
Queremos transmitirles a nuestros hijos que a esta vida se viene a amar sin importar las circunstancias. Deben aprender que una pareja no es una obligación, sino un compromiso de amor y amistad.