Mujeres cazadoras
Las teorías sobre el rol de la mujer en los inicios de la humanidad se están desquebrajando, el poder siempre nos ha acompañado.
Siempre hemos tenido el poder
Los arqueólogos estaban expectantes por descubrir un cazador de alto estatus; grande fue la sorpresa...
Los hombres cazaban. Las mujeres recolectaban. Esa ha sido durante muchos años la visión sobre nuestros antepasados, hasta que hace unas semanas, un grupo de arqueólogos encontraron los huesos de un ser humano de 9,000 años en la cima de los Andes. Los huesos estaban enterrados con distintas herramientas, como proyectiles de piedra y puntas de lanzas afiladas. Los expertos estaban ansiosos por descubrir la identidad de un cazador de alto estatus; grande fue la sorpresa cuando identificaron que los restos eran de una MUJER.
Este hallazgo rompe con la teoría de la fémina recolectora y sugiere que la caza era NEUTRAL (en cuanto a género).
Crecí rodeada de figuras femeninas, mi carácter se forjó en medio de un matriarcado. Pilar, mi abuela, y Laura, mi madre son mis referentes de fortaleza, siempre se preocuparon por mi cultivo emocional e intelectual. No era que el físico no les preocupara, pero si alguien nos chuleaba por alguna característica corporal, tampoco hacían énfasis ni lo festejaban. Me siento bastante afortunada por haber nacido en un entorno que me dio acceso a un techo, educación, información y herramientas que me hacen ser quien soy.
Repito: soy afortunada, yo no lo pedí, fue suerte. Como lo fue que esos genes de mi madre y mi padre se mezclaran y siete meses después yo fuera el resultado. Nuevamente, yo no escogí mi físico, no me pertenece, fue el azar. Lo que en realidad me pertenece son mis pensamientos, mis emociones, mis actitudes y mis valores. Todo aquello que de manera individual uno puede cultivar, eso sí es nuestro.
Al paso de los años, descubrí que era yo, nadie más, quien decidía cómo reaccionar, parecido a tener un superpoder. Entendí y me resonó esa palabra que por años me parecía gastada y mal entendida: “empoderamiento”, esa fuerza femenina que se adquiere de manera colectiva o individual y que algunos denominan de manera bastante general.
Ahí esta nuestro verdadero poder, en saber quiénes somos, reconocernos y rodearnos de mujeres, con quienes –lejos de sentirnos amenazadas– nos inspiramos mutuamente; en eso que nos hace ser únicas. Así como la noticia rompe con la teoría de la mujer recolectora, nosotras rompamos con las ideas que fueron construidas a lo largo de siglos sobre nuestro rol en la sociedad.