Home office
¿Lo estás haciendo del modo correcto?
Confesémonos. Trabajar en la comodidad de nuestros hogares ha desatado nuestro lado más oscuro: el godín workaholic que manda emails a las 12 de la noche o el tipo “Libre soy” (sobran las explicaciones). Para esquivar los polos, estos expertos te inspirarán para hacer un home office de manera correcta.
¡Cepillarte los dientes hasta las 2 de la tarde! ¡Abrir el vino rosado a las 4 pm! Y quedarte todo el día en pijama... ¡Qué maravilla! Trabajar desde casa a veces se siente como vivir en un sueño. Pero por muy tentador que suene no tener que ir a la oficina, podría convertirse en una manera poco afortunada de trabajar. Aunque muchas personas ya lo han hecho desde casa durante años, la pandemia de coronavirus obligó a empresarios y empleados a lo que la coach de productividad y fundadora de Go Do Karen Eyre-White llama un “juicio masivo” para trabajar a distancia; situación que sirvió para “...sacudir a la gente fuera de su actual forma de trabajar”, asegura. Como resultado, ella piensa que veremos más gente colaborando de forma flexible:
“Si lo haces bien, con organización y voluntad, todos saldrán beneficiados. La gente ahora está más cómoda con reuniones online a través de Zoom o Skype”.
Annette King, CEO de Publicis Groupe Reino Unido, formalizó la política de trabajo flexible de su empresa en 2019. “Cuando toda tu fuerza de trabajo está a la distancia, necesitas ser sensible a las circunstancias de la gente, tener confianza para que hagan sus labores y se comuniquen de manera correcta para mantenerse conectados y proporcionar tranquilidad”, dice. Así que si te encuentras colaborando fuera de la oficina, aquí te compartimos algunos tips.
CUIDA TU ESPACIO DE TRABAJO
A menos que seas Ivanka Trump, quizá no tienes habitaciones de sobra en casa para convertirlas en una oficina superlinda e instagrameable. Vicky Silverthorn, organizadora profesional y autora de Empezar con el cajón de los calcetines, explica cómo hacerlo.
· Elige una habitación iluminada y aireada para tu “oficina”; asegúrate de no entrecerrar los ojos frente a tu pantalla. Si estás limitada en espacio, mejor prueba la mesa del comedor; tendrás un gran escritorio.
· Si ya estás usando tu mesa de comedor como tu “escritorio”, pon un ramo de flores o un adorno al centro y cuando vayas a comer, retira los objetos del trabajo.
· Dondequiera que esté tu “oficina”, hazla plegable y fácil de guardar en un armario o una caja a la hora de las comidas y al final del día, esto crea una frontera física y mental entre el “trabajo” y tu “hogar”.
· Utiliza la silla que te dé más apoyo posible en la espalda y levanta la pantalla a la altura de los ojos, con un soporte portátil o algunos libros de mesa para que no te inclines hacia delante. Si tienes laptop, usa un teclado y ratón si eso ayuda a tu postura.
DISEÑA TU RUTINA MATUTINA
Energiza tu mañana con rituales edificantes, dice Mira Manek, autora de Prajna: rituales ayurvédicos para la felicidad.
· Sonríe tan pronto como te despiertes y escribe o enlista mentalmente algunas cosas por las que estés agradecida en tu vida.
· Crea una playlist de canciones matutinas que te despierten el buen ánimo y ponla tan pronto como te levantes de la cama. Mientras esté sonando, inhala profundamente y mantén el aire 6-8 segundos antes de exhalar; visualiza todo el oxígeno entrando en tu cuerpo y cerebro.
· Toma un vaso (de ser posible un litro) de agua caliente o a temperatura ambiente.
· Una vez que te hayas duchado, prepara una bebida cítrica, prueba una taza de jengibre rallado, cúrcuma, canela, limón y miel con agua caliente. Esto ayuda a iniciar la digestión y a estimular tu sistema inmunológico.
SÉ PRODUCTIVA
¿Aún se te dificulta trabajar fuera de tu oficina? Karen Eyre-White puede ayudar. “Las personas suelen tener una personalidad introvertida o extrovertida. Yo soy introvertida, así que soy feliz trabajando sola, pero los extrovertidos que conozco se vuelven locos sin llamadas y conversaciones”, dice.
Para los extrovertidos
· Haz llamadas telefónicas/video en lugar de solo enviar correos electrónicos.
· Al comienzo de cada día, ten una breve conversación con algún colega; organicen qué quieren hacer ese día y luego compartan lo que han hecho al final.
· Programa una videollamada con un colega (o varios), salúdalos, cuéntales en qué estás trabajando y luego sigue con tus labores; puedes dejar la llamada en marcha, te dará la sensación de que alguien más está trabajando contigo.
Para los introvertidos
· Usa chats de mensajería o llamadas telefónicas en lugar de videoconferencias.
· Olvídate de las redes sociales durante unas horas cuando quieras concentrarte.
· Si estás usando sistemas como Skype, puedes establecer estados para decirle a la gente lo que estás haciendo (ocupada en una reunión, trabajando desde casa, etc.).
Para todos
· Crea una estructura, rutina y ritmo. Uno de los retos de trabajar desde casa es que es bastante fácil excederse porque puedes sentarte a hacerlo en cualquier momento y a (o hasta) cualquier hora.
· Si estás en casa con tu roomie o pareja, comuniquen lo que cada uno de ustedes necesita para trabajar de manera efectiva y establezcan diferentes habitaciones y horarios. Por ejemplo: “Vamos a empezar a las 9 de la mañana, comemos juntos a la 1 de la tarde, terminamos a las 5 de la tarde y ¿hacemos algo esta noche?” Este tipo de estructura ayuda a distinguir el trabajo y el tiempo libre, así como a respetar la convivencia.
· Evita la procrastinación: está conectada a un miedo al fracaso. Engaña a tu cerebro: comprométete a hacer el primer paso de tu lista de pendientes (que podría ser abrir un documento nuevo o escribir el título). Normalmente empezarás con lo más sencillo y seguirás adelante hasta concluir la última tarea que estableciste para ese día.
· Usa el temporizador para delimitar periodos de descanso; cuando se apague, toma un respiro de tres a cinco minutos.
· Desactiva las notificaciones del correo electrónico en tu celular o computadora. Este es un consejo de productividad general, altamente crítico cuando estás trabajando desde casa porque los mensajes son un arma de doble filo: hay un riesgo de que vivas en tu bandeja de entrada mandando y respondiendo emails todo el día. Fíjate un horario para revisar tus mensajes (incluso los personales).
“Crea estructura y rutina. Establece un horario de inicio y fin”.