Autopromociónate
No tienen miedo de presentarse y como resultado obtienen grandes oportunidades. Abróchate el cinturón: las lecciones de confianza de estas mujeres podrían impulsar tu carrera.
O sea, presúmete
Pregúntate a ti misma
¿Quieres un ascenso, un aumento de sueldo, más responsabilidad? “Antes de que alguien empiece a autopromocionarse, lo invito a pensar: ¿Qué es un buen resultado para mí?”, dice Stefanie Sword-Williams, que tuvo seis trabajos en siete años. Aunque algunos lo desaprueban, esto le enseñó a no ser tímida con sus logros, especialmente en las entrevistas.
Celébrate a ti misma
No dejes que nadie te diga lo que puedes o no presumir. “La cultura corporativa se mueve tan rápidamente que a menudo hay poco tiempo para publicar las victorias”, dice Nicole Crentsil, quien hizo crecer Black Girl Fest con tanto éxito que Forbes la nombró una de “Las 100 mujeres a seguir en Twitter y Linkedin”. “Lo que presumes puede sentirse como si estuviera dictado por el papel que desempeñas. Si eres junior y quieres hablar de ayudar a conseguir un gran cliente, hazlo. Es difícil medir si tu victoria es lo suficientemente ‘digna’, pero trabajando para mí misma, tuve que promover mis habilidades. Ahora, me jacto de las cosas más pequeñas”, afirma.
Sacúdete la vergüenza
“No me sentía cómoda autopromocionándome cuando trabajaba como diseñadora de moda, pero cuando eres emprendedora, presumir es una necesidad y casi una obligación. En mi primera exposición comercial, alguien me dijo que había un gran comprador cerca, así que lo atraje con un buen catering y le di mi discurso. Funcionó. Querer estar en ciertas tiendas superó la vergüenza de publicitar(me). Si no crees en ti, ¿por qué alguien más lo haría?”, añade Starcevic.
Hazlo regularmente
No esperes a tu revisión de rendimiento. En el último trabajo de Crentsil, antes de que se independizara, ella y su mánager solían tomar un café y ponerse al día cada viernes: “Ella me decía: ‘¿Qué necesitas de mí? ¿Hay algo que no haya firmado? Anota cualquier pendiente en la agenda y lo checamos tan pronto como sea posible’. Se trata de asegurarte de tener un diálogo abierto con quien sea que controle tu paso al siguiente nivel”, explica. También aconseja poner atención en otras estrategias importantes: uno de los antiguos empleados de Crentsil solía enviar un boletín semanal al equipo, detallando las victorias y las noticias del personal, como por ejemplo, si alguien tenía un nuevo perro. “Era como un tablón de anuncios digital”, dice. Como sea que lo hagas, mantén un registro de tus logros y encuentra un método de comunicarlos que te resulte cómodo. De lo contrario, te costará mucho mantenerlo.
Piensa interna y externamente
Construye tu perfil en tu trabajo, entre tus compañeros, colaboradores y jefes, pero asegúrate de promocionarte también al exterior. “Planta las semillas de las oportunidades futuras”, advierte Sword-Williams. “En la universidad, escribí un blog. No lo mostré a nadie más que a los empleadores que quería impresionar. He aprendido que no se trata de hacer cosas por elogios en tu oficina, sino de construir relaciones fuera de ella”, aconseja.
Sé tú misma
“A veces omitimos información importante sobre nosotras mismas en redes sociales o en el trabajo, porque tenemos miedo de cómo se pueda percibir. Esto dificulta que la gente se fije en ti; no conocen todas tus capacidades o intereses y esa información podría ser la razón por la que alguien te seleccione para una nueva oportunidad”, dice Sword-Williams. Así que abandona el autodesprecio y no escondas partes de ti misma. ¿La forma de hacer esto? “Practicar”, dice Crentsil. Extrañamente, encontrarás más fácil contarle a un nuevo conocido en una cena algo genial que hayas logrado que a un colega, o a un amigo cercano. “Entonces, una vez dicho, ponlo en línea. Ya que te sientas más cómoda, haz una lista de tus logros y planifica cómo los compartirás. Tal vez hayas realizado algún trabajo sobre la igualdad de género, que podrías publicar durante el Mes de la Mujer”. Sé estratégica y difúndelo, para no bombardear a la gente.
Finge que tienes un publicista
Este año, Sword-Williams entró en la lista de Forbes “Los 30 menores de
30 años”. ¿Adivina qué? Se nominó a sí misma. “Me hubiera encantado que alguien lo hiciera por mí, pero ¿quién? Yo estaba orgullosa de los logros de F*ck Being Humble, sentí que podía estar en la carrera. Sí, casi dejé de hacer la solicitud cuatro veces, ¡pero la hice!”, comparte. En un mundo ideal, tendrías un equipo de gente celebrándote constantemente, pero eso no siempre es realista, hazlo tú.
No es solo fanfarronear, es la verdad
“El trabajo que estoy haciendo es bueno y la vida de mucha gente se ve afectada por él. Cuanto más me di cuenta de que esto era un hecho, que era objetivamente cierto, más confianza sentía para compartirlo. Ahora, nuestra comunidad está acostumbrada a recibir actualizaciones sobre nuestras victorias y le gusta saber que nos va bien”, afirma Crentsil.
Usa tu energía sabiamente
Todos conocemos el tipo de persona que responde agresivamente a tu intento de mejorar tu futuro. “Lo que he aprendido sobre esa gente es que no puedes controlar cómo se comporta. Todo lo que puedes hacer es controlar cómo respondes”, dice
Sword-Williams. Pero si la presión es demasiada, quizá sea momento de pensar en cambiarte a un entorno donde se aprecie tu enfoque. “Las situaciones de trabajo tóxicas arruinan tu autoestima. En mi primer trabajo, lloré todas las semanas. Si estás en un espacio así, lo mejor que puedes hacer es concentrarte en crecer fuera de ahí para que eventualmente puedas dejarlo”, añade Stefanie.
Usa tus canales
La comediante Joanne McNally asegura que Instagram ha transformado la forma en que se comunica con su audiencia: “Si quiero vender entradas para mis shows, sería tonto no usar esta red para hacerlo”. Además, aumentar el número de seguidores en línea es mucho más fácil que encontrar fans durante conciertos en vivo y la televisión. “A través de mi canal, los seguidores pueden ver cuándo es mi próximo espectáculo y me recomiendan. Es un regalo total”, cuenta. También es esencial para ella porque le ayuda a construir una carrera y ganar dinero: “Una de mis amigas es directora y siempre me pregunto por qué nunca publica nada sobre su último trabajo. Le digo: ‘No puedes permitirte ser discreta. Phoebe Waller-Bridge puede, pero tú no puedes’. Porque el talento no siempre encuentra un foco de atención por sí mismo”. Sword-Williams añade: “La forma en que elijas hablar (la plataforma, la voz que uses) depende de ti. Tener una página web y actualizar tu biografía en Twitter, son formas de autopromoción, también”.
Conoce a tu audiencia
Hablar de tus logros sin abrumar a la gente es un arte y proviene de una verdadera confianza. Sword-Williams cree que es importante darle un correcto enfoque: “Solía ver a la gente desacreditar a F*ck Being Humble por su nombre, así que cuando hago contactos, sé que no puedo presentarlo de esa manera a ciertos tipos de personas. En su lugar, primero comento: ‘Dirijo un negocio que ayuda a la gente a desafiar las dudas’. Y desde ahí construyo una imagen. Una misma talla no sirve para todos”.
Hay muchos más como tú
En un mundo donde hay tantos obstáculos y formas de opresión que detienen a las mujeres, minorías étnicas y personas (de la comunidad) LGBTQ+, ser exitosa (y serlo de manera pública) es un tipo de activismo. “Quizá eres una mujer expresando tus logros en una industria dominada por hombres. Pues al hablar sobre lo grande que has hecho, añades voz a las pocas mujeres que existen en ese espacio, además, construyes una comunidad entera”, dice Crentsil.
Si tienes algo que puedas usar como prueba de tu talento, guárdalo; porque te ayudará para autopromocionarte.