ESTO SUCEDIÓ…
x
“Mi prometido tiene mucha ansiedad por los mensajes de texto y soy una pro escribiendo, así que –naturalmente– esto se tradujo en que le enseñé a enviar mensajes de texto a otras personas que le interesaban. Es muy divertido encontrarse con ellos después y decir: “¡SÍ! ¡Eres tú!”. —LAUREN, 29 x
“La cónyuge de mi pareja y yo tenemos el mismo nombre con diferentes letras: yo soy Kristina. Ella es Christina. No hay que confundirse con Kristine, la otra compañera de mi pareja. Puede resultar complicado, pero simplemente bromeamos diciendo que mi pareja tiene un ‘tipo’ e intentamos aclarar de quién estamos hablando”. —KRISTINA, 29 x
“Después de una cita doble, mi polinovio me sorprendió mostrándome su calendario recién remodelado y codificado por colores. Cuatro años después, no ha habido ningún otro percance”. —SOPHIE, 34