Mantenerse
Imagina que, en el momento en que naces, te notifican que tendrás un solo vehículo durante toda tu vida. Un automóvil para trasladarte; cubrir cualquier necesidad. Uno solo. ¿Qué harías con ese auto? Segura estoy que lo cuidarías muchísimo, le darías un muy buen mantenimiento, revisión según kilometraje, alineación y balanceo. Impecable, limpio y pulcro por dentro y fuera. Ahora te pido que sustituyas el coche por tu cuerpo, visualiza el cuidado del mismo, que sería de por vida.
¿Y, qué tipo de mantenimiento se recomienda para ese cuerpo? Son muchos los estudios científicos que comprueban y afirman que hacer ejercicio y estar activo tiene múltiples beneficios para la salud: aumenta el flujo de oxígeno al cerebro y como consecuencia, la cantidad de endorfinas, esa deliciosa sustancia química causante de que el cerebro se sienta bien. El deporte también te ayuda a controlar el peso, a prevenir o manejar enfermedades, tales como accidentes cerebro-vasculares, presión alta, diabetes, ansiedad o depresión; mejora la función cognitiva, el estado de ánimo y la calidad del sueño. Pero, no solo el cuerpo debe estar en forma, la mente también, well fit. Pues así como dedicamos tiempo a ejercitar los músculos y moldear nuestro cuerpo, necesitamos hacerlo con nuestras funciones intelectivas. Es igual de importante e indispensable nuestra higiene mental, aunque con frecuencia la descuidamos.
A menudo relacionamos la salud con el estado físico del cuerpo, pero hoy más que nunca, la estabilidad mental y emocional debe considerarse fundamental para evaluar el bienestar y la salud en general. El cerebro –como cualquier otro órgano– envejece y necesita estar realizando actividades continuas para no perder sus funciones. De acuerdo con un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, incorporar ejercicios de destreza mental a la rutina diaria (lectura o meditación), ayuda a retrasar ese envejecimiento o enfermedades como Alzheimer, demencia senil y otros deterioros de las funciones cerebrales.
Mantenerte en forma de manera integral no garantiza estar excenta de padecer algún tipo de desorden mental, son varios los deportistas de alto rendimiento que han puesto el tema sobre la mesa, el más reciente es el caso de la tenista de 23 años Naomi Osaka, quien abandonó el Abierto de Francia tras negarse a dar entrevistas, debido a que estas le detonaban episodios severos de ansiedad. Su mensaje fue claro: “Sin salud mental no hay salud”.
El estrés en la vida te puede acercar a periodos de intranquilidad o confusión emocional que se alejan de “lo medianamente tolerable”. Hay que reconocer las señales que tu mente y cuerpo están enviando y que deben de ser escuchadas. Los terapeutas, o diferentes especialistas de la conducta humana, son parte de la oferta profesional indispensable en el sistema de salud actual. Hay que acudir a ellos, cuando haga falta, como parte de nuestro mantenimiento integral.