¿QUÉ EQUIPO USAR?
De la prepa a la Universidad y de aquí, al inicio del resto de la vida. ¡Cuánta emoción!
En agua templada necesitas board shorts (traje de baño especial para surfear) o un traje que brinde soporte y no se caiga, además de protegerte con bloqueador solar.
Para el agua fría requerirás un wetsuit de neopreno; si hace demasiado frío, se complementa con botas de neopreno y un gorrito.
Lo que debes rentar: tabla adecuada a tu nivel, quillas (componentes de forma triangular que se colocan en la parte inferior de la tabla), cera y leash (trozo de cuerda que se sujeta a la cola de la tabla en un extremo, y en el otro al tobillo del surfista).
vivir la emoción de salir de preparatoria para entrar a la Universidad es un cambio que marca de por vida y que nunca olvidamos porque es el momento en que ya decidimos la carrera que será el camino que nos hará personas independientes profesional y económicamente.
Yo acabo de revivirlo con mis hijas. Desde los dos últimos años de la preparatoria ya comenzaba la cosquilla de qué estudiarían. Sin duda alguna, como mamá percibía el oficio de cada una, pero no les hice ningún comentario porque no quería influir en sus decisiones ni en las universidades que elegirían; era un momento para soltarlas y dejarlas volar en sus emociones, sobre todo, apoyarlas –como su mamá– en lo que determinaran.
Creo que esos dos años en que la misma preparatoria da a los estudiantes las herramientas para escoger la mejor opción profesional según su perfil vocacional, es un torbellino de emociones; entran en un estado de ánimo que es como subirse a un carrito de la montaña rusa, donde surgen todo tipo de preguntas, miedos, inseguridades… Porque ahora ya ven más cerca el primer paso del resto de su camino y eso siempre causará incertidumbre. Sin embargo, muy en el fondo ya traen en la vena su preferencia, así que de pronto, ya se ven haciendo los exámenes y aplicando en diferentes universidades.
La atmósfera de la graduación de Preparatoria se vibra totalmente diferente a las anteriores, esta ya es una despedida de los compañeros que se han reconocido entre la niñez y adolescencia, de los primeros noviazgos y experiencias amorosas, las fiestas donde los horarios todavía eran impuestos, el adiós a los uniformes y cuadernos forrados, los reportes enviados a casa, los recreos con un campanazo inconfundible y la puntualidad gendarme. Todo esto se acabó y uno lo sabe.
Ahora sí, esas últimas vacaciones de graduado se viven con un aire de adolescente y con un sabor a adultez; viene un cambio innegable en los próximos cinco años.
En el camino de la carrera universitaria, existen muchas deserciones, confusiones y malas elecciones que frustran; las decisiones, a veces, no son las ideales, y hay que comenzar de nuevo con el autoanálisis y la visualización. Pero qué tal cuando la decisión fue asertiva y se convierte en una pasión por el trabajo; es entonces cuando compruebas que fue la elección correcta. Comienzas las prácticas profesionales y te sientes satisfech@ de los trabajos que te encomiendan ya con un aroma más tangible a tu profesión. Ahora sabes que estás en la línea directa al éxito y que este es personal, autoaplaudible. Solo ocúpate en ello; ya habrá tiempo para demostrar las capacidades a otros, lo principal es llegar a este instante en que el éxito lo vibras tú.
El día de la graduación es uno de los más inolvidables de la adolescencia; sentimos que estamos en el umbral de la adultez.