LA MÚSICA SE VUELVE DEMOCRÁTICA Y LIBRE

En plena era digital y de la tecnología, compositores como el español Iván Torrent pueden trabajar con artistas y sellos de renombre y, a la vez, producir sus propias creaciones musicales sin necesidad de grandes intermediarios… ¡Basta con estar en la red

Antes, hacer un disco podía costar desde 100 mil dólares a 20 millones, según Audioproducción.com y debía hacerse de la mano de sellos discográficos en grandes estudios. Pero Iván Torrent, compositor de intérpretes como Mónica Naranjo, explica que “hoy en día, un artista independiente tiene la capacidad de poder hacer su música en casa”.

Antes, sacar un disco era sueño de muchos músicos, pero logro de pocos. Factores como la suerte podían influir tanto o más que el talento y, sobre todo, se necesitaba estar en el lugar y momento adecuados para que una de las grandes compañías discográficas hiciera el descubrimiento de alguien. Pero ahora, con la revolución tecnológica y digital en auge, las barreras que separan a los artistas y su público, a la música de los oídos, han ido cayendo. Hoy día, los intermediarios no son necesarios para que un compositor pueda poner su obra a disposición de los receptores: solo hacen falta mucho trabajo y conexión a internet.

Es el caso de Iván Torrent, un joven compositor y productor español que, además de haber trabajado con artistas de la talla de Mónica Naranjo (trabajó en el álbum “Tarántula”) o Soraya; y con sellos tan importantes como Universal o Sony Music, entre muchos otros, ha logrado sacar adelante sus propios proyectos sin depender más que de sí mismo y de estar conectado con la tecnología.

La última prueba de ello es el álbum que lanzó el pasado diciembre, “Immortalys”, disponible únicamente en formato electrónico, y que salió a la venta a través de las plataformas iTunes y Bandcamp.

Iván ha podido desarrollar este disco de manera independiente, sin el apoyo de ningún sello, y trabajando desde la libertad de su hogar. Tal y como declara en su entrevista con Efe, para él “ser independiente es una necesidad artística”.

ESTUDIOS DE GRABACIÓN CASEROS

Según los datos publicados por audioproducción.com, grabar un disco en la era analógica podía llegar a costar desde 100 mil dólares hasta incluso 20 veces más esa cifra. Una cara tarea que correspondía, principalmente, a los grandes estudios de grabación.

Sin embargo, “hoy en día, un artista independiente tiene la capacidad de poder hacer su música en casa”, afirma Iván, quien declara que “todo se ha transformado en los últimos años”.

Una transformación implícita a la hora de llevar a cabo el proceso creativo: “en mi caso, casi siempre la idea nace de una forma espontánea y suelo grabarla en el teléfono móvil, para desarrollarla posteriormente en el ordenador”, confiesa el músico.

Torrent explica también que “las redes sociales y lo que la tecnología nos brinda hoy en día, permiten que nuevas generaciones de músicos, compositores y productores, tengan acceso a recursos y software que antes eran inimaginables y estaban solo al alcance de unos privilegiados”.

Y es que, de acuerdo con cifras aportadas por el diario español El País, antes, un aparato de grabación digital se vendía por unos 180 mil dólares (y el primer intento de una versión casera del mismo, por unos 15 mil).

Ahora, programas funcionales en ordenador casero (como el Cubase o el Protools, que también utilizan hoy por hoy los grandes estudios que han logrado adaptarse a la era digital), tienen precios que oscilan entre los 70 y los mil 200 dólares. E incluso existen algunos softwares gratuitos.

Además, la bajada de precio no está necesariamente ligada a la de la calidad, ya que, en palabras de Torrent: “las máquinas y recursos a los que podemos acceder actualmente son infinitamente más potentes que hace tan solo 10 años, al menos a nivel de computación, y me atrevería a decir que de sonido”.

DE LA TELEVISIÓN Y LA RADIO A LAS REDES SOCIALES

Unas redes en las que Iván lleva años compartiendo su trabajo. Antes de “Immortalys”, ya compartía trabajos propios como “Reverie”, disponible incluso en Amazon. Muchas de sus canciones podían (y pueden) escucharse en plataformas como Soundcloud o Spotify, y en su canal de Youtube (www.youtube.com/user/IvanTorrent/).

“Youtube, iTunes, Spotify y muchos servicios de ‘streaming’, han ayudado a difundir música a millones de personas, sin pasar por clásicos circuitos de promoción como la radio o la televisión”, afirma el compositor.

Y es que, según el “Music Consumer Insight Report”, un estudio global sobre el consumo de la música anual titulado “Connecting with Music’”, elaborado la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), 75% de la música consumida a través de internet se escucha por “streaming” (canciones que se reproducen en plataformas de vídeo y audio).

Este triunfo del “streaming” también lo ve Iván Torrent, para quien esto “deja de manifiesto la necesidad que tiene el usuario de consumir rápidamente música”.

Y aunque él piensa que “las redes han propiciado una exposición mayor de nuestra música”, también opina que “han generado un efecto rebote a nivel comercial, ya que una canción pasa rápido de moda debido a esa demanda constante de material nuevo”.

A Torrent le preocupa que esa tendencia hacia el “streaming” pueda “obligar a los creadores a acelerar su proceso de creación y, en ocasiones, a comprometer la calidad del producto tan solo para que esté ‘antes de ayer’ en la calle”.

Pese a todo, considera que “internet es un escaparate gigantesco, y abre un mundo de posibilidades realmente amplio para conocer a nuevos talentos con los que conectar a través de un simple mensaje vía Facebook o Twitter”, refiriéndose a la posibilidad de colaborar con artistas de cualquier lugar del mundo.

Suelo grabar las ideas en el teléfono móvil, para desarrollarlas posteriormente en el ordenador”

En un momento en el que el 75% de la música en internet se consume en “streaming” según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, Torrent afirma a que “los servicios de ‘streaming’ han ayudado a difundir música a millones de personas, sin pasar por clásicos circuitos de promoción como la radio o la televisión”, y subraya que “las redes han propiciado una exposición mayor de nuestra música”.