Adán Olvera
EXPEDIENTE Q
Ahora que quieren poner de moda el término “cochinero”, según las palabras de Pancho Pérez Rojas, candidato de la coalición por un Querétaro Seguro, que en su discurso de registro aseguró que el Partido Acción Nacional (PAN) tiene a la capital en un ambiente porcino y de desorden, viene otro priista a ganarle en la lucha de lodo.
Se trata de Juan Carlos Arreguín Arreglón , que todo lo que toca descompone. Y es que no le fue suficiente el transporte público, sino que ahora también quiere descomponer al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que dirige Juan José Ruiz Rodríguez.
Fue a Tolimán e hizo un desastre al querer imponer a su esposa y el resultado es que ya renunció el presidente del Comité Directivo municipal de aquel municipio, Daniel de Santiago Luna. Arreglón , como lo conocen los transportistas en Querétaro, ya fue a descomponer el ambiente a Tolimán a unos días del comienzo de la campaña local para renovar Ayuntamientos. Daniel de Santiago, como muchos otros traicionados por el citado personaje, mejor se va del PRI y les deja el desastre que Arreguín obviamente no va a controlar y mucho menos a unos días del proceso.
No conforme con el cochinero que armó en Tolimán, también en San Juan del Río ya llegó el desastre del que mucho estorba y no ayuda en nada. Y es que ahora Vania Camacho Galván también renuncia a la dirigencia del Comité Municipal del PRI en San Juan del Río, para dejar que Arreguín y el súper gris de Gerardo Sánchez. Hagan con el PRI de San Juan del Río, lo que gusten.
Hasta parece que Arreglón ya logró acuerdo con Guillermo Vega y le están poniendo la mesa para que Vega ni se moleste en hacer campaña ya que para eso tiene a los priistas.
El PRI en Querétaro le confió a personajes poco agraciados las decisiones importantes Juan José Ruiz, apaga un incendio y logra consensos para que Arreglón todo lo destruye en segundos, así es que otra vez a contrarreloj gracias a un personaje que está comprobado que todo los descompone.
DE REBOTE
El whatsapp es una herramienta que jugará en campaña, sobre todo si se hacen acuerdos con personas que son capaces de todo por lograr sus sueños de juventud; así es que los políticos lo que quieran hablar tendrán que hacerlo de frente y con la palabra empeñada. Porque si no, habrá quien los exponga sin necesidad.