¿Cuánto saben de mi?
Imagina que hoy al levantarte, prendes tu teléfono celular y revisas tu correo. Tu jefe te ha pedido ir a la oficina central en Berlín, especificando las fechas de ida y regreso. Comenta que irás a tomar una capacitación que te requiere de preparación previa para buscar en línea. Al mismo tiempo, recibiste dos correos: uno con propuestas de vuelos México - Berlín y otro con un listado de cursos en línea en el tema que te solicitaron prepararte. Suena a película, ¿verdad? Esto se llama “personalización de servicios” y sucede ya con los servicios que Google, Facebook o Amazon ofrecen.
La personalización de servicios permite que un usuario sólo reciba información que dado su perfil y comportamiento en línea muy probablemente sea de su interés. Estos servicios se basaron en el concepto de la Web 3.0 o Web Semántica, donde se buscaba darle un significado a los millones de datos ya generados por todos los usuarios de la Web 2.0 (o Web Social).
Todo esto parecía maravilloso: un usuario no perdería tiempo en búsquedas inútiles en montones de datos en la web ya que de manera automática se le presentarían sólo los datos que le interesan. Esta idea se volvió aún más poderosa con el auge de la inteligencia artificial, particularmente del área denominada Aprendizaje Máquina (o Machine Learning). Al usar inteligencia artificial, los servicios web no sólo saben lo que hacemos, si no que aprenden y son capaces de predecir lo qué haremos.
Los académicos especialistas de estas áreas han discutido ya por varios años los riesgos de usar estas tecnologías de forma poco ética. De ahí varios problemas surgieron: privacidad, mal uso de datos privados, sesgo al presentar información y en la toma de decisiones, entre otras. A pesar de lo anterior, la población en general empezó ya hablar seriamente de estos problemas a partir del caso de Cambridge Analytica y su influencia en las elecciones de varios países salió a la luz.
¿Qué podemos hacer para seguir disfrutando de la personalización de los servicios sin padecer de sus problemas? Informarnos. Conocer las políticas de uso de datos de cada aplicación o página así como la forma en que configuramos el uso de nuestros datos. Si no estamos de acuerdo no la usemos. De tal manera que sólo compartamos los datos que decidamos.
*Dra. Rocío A. Aldeco Pérez, Directora del Departamento Regional de Computación y Mecatrónica Región Centro, Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro. raldeco@itesm.mx