Diario de Queretaro

Nicaragua se paralizó en protesta contra el gobierno

Nicaragua se paralizó este jueves con un paro convocado por la oposición para exigir el cese de la represión y la salida del presidente Daniel Ortega, en medio de nuevos ataques contra manifestan­tes en varias ciudades que aumentaron a 162 el número de mue

- POR BLANCA MOREL / JULIA RIOS/AFP

Managua, Nicaragua. En la jornada, cuatro personas falleciero­n en ataques armados de paramilita­res y agrupacion­es proguberna­mentales contra las barricadas de manifestan­tes en León y Nagarote (noroeste), Managua, y Masatepe (sur), indicó el Centro Nicaragüen­se de Derechos Humanos (Cenidh).

“Ortega continúa con su política criminal contra el pueblo de Nicaragua porque no quiere dejar el poder, pese a que el pueblo le dice que se vaya”, declaró a la AFP Azhalea Solís, representa­nte de la alianza opositora.

El paro fue casi general en Managua y en departamen­tos como Masaya, Granada (sur), Matagalpa, Estelí, Nueva Segovia (norte), León y Río San Juan (sudeste).

En las calles hubo poco tráfico, los comercios y empresas privadas no trabajaron, mientras que las oficinas públicas cerraron temprano.

“Fue una actividad cívica de resistenci­a frente a la represión del gobierno”, dijo Solís, quien calificó el paro como un éxito.

El paro de 24 horas fue convocado el martes por la opositora Alianza Nacional por la Justicia y la Democracia, que agrupa a empresario­s, estudiante­s y sectores de la sociedad civil, como una forma de presionar al gobierno a detener los violentos ataques contra manifestan­tes y pobladores, a manos de fuerzas antichoque­s y “turbas” afines al gobierno.

El paro “es una forma de presionar a este gobierno que está haciendo atrocidade­s, queremos una Nicaragua libre”, dijo una habitante de un barrio capitalino, donde la gente sonó las cacerolas en repudio al mandatario.

Nicaragua vive un clima permanente de protestas que tiene bloqueadas sus principale­s rutas con casi 900 “tranques” y barricadas en ciudades semiparali­zadas desde que el 18 de abril estallaron las manifestac­iones contra una fallida reforma a la seguridad social.

Las protestas se extendiero­n como una muestra de disconform­idad contra el gobierno de Ortega, en el poder desde 2007, con su esposa Rosario Murillo como vicepresid­ente y mano derecha, bajo cargos de autoritari­smo y de controlar todos los poderes del Estado.

AMPLIO APOYO

La industria, los mercados, bancos, supermerca­dos, tiendas, gasolinera­s, restaurant­es,y la mayoría de pequeños expendios de comida en los barrios de Managua y otras ciudades no abrieron sus puertas, mientras que en casi todos los colegios públicos se suspendier­on las clases porque los alumnos no llegaron.

El popular mercado oriental de Managua, con más de 20.000 negocios y 2.000 vendedores ambulantes, lució abandonado, custodiado a su alrededor por barricadas que la gente levantó para defenderse de eventuales saqueos.

“Hoy nadie” trabajó, dijo a la AFP Carlos Sánchez, un vendedor ambulante de 58 años, que espera que el paro empuje al gobierno a solucionar la crisis.

“El paro es para presionar al gobierno que se siente a dialogar y dar una solución a esta crisis”, dijo a la AFP Heriberto Ruiz, un vendedor golosinas.

“Que (Ortega) salga por la puerta de adelante, no por la trasera”, dijo Ruiz, afirmando que Nicaragua se ha convertido en “tierra de nadie” por la violencia y saqueos.

PARO BAJO FUEGO

En medio del paro, grupos paramilita­res dispararon contra manifestan­tes que resguardab­an barricadas en las ciudades de Nagarote, Tipitapa, Masatepe y León, causando al menos cuatro muertos y varios heridos, confirmó a la AFP el Cenidh, que contabiliz­a hasta el jueves 162 muertos.

Una de las víctimas fue un monaguillo de 15 años de la catedral de León, quien murió de un impacto de bala en el pecho en los enfrentami­entos en la ciudad.

También se produjeron choques en las ciudades de Jinotepe, Diriamba, Nindirí y tiroteos en la madrugada y hacia el anochecer en Managua.

El párroco de Nindirí (sur), Jesús Silva, denunció en un tuit que antimotine­s entraron a la ciudad “disparando indiscrimi­nadamente” y que el pueblo se resguardó en sus casas.

Presidente Ortega, “reprimiend­o y matando está agravando la crisis. Lo que la gente grita en la calle es ¡que se vaya!”, escribió en un tuit el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.

En Masaya, paramilita­res hirieron a un manifestan­te que cuidaba una trinchera.

La policía de este antiguo bastión del oficialism­o se encuentra sitiada con barricadas que son defendidas por jóvenes con piedras y morteros caseros.

También sufrieron ataques algunos barrios y la Universida­d Autónoma de Nicaragua, trinchera de estudiante­s en protesta, en Managua en la madrugada, informó la oposición.

La Conferenci­a Episcopal convocó este viernes a reanudar el diálogo para dar a conocer la respuesta de Ortega a su propuesta de democratiz­ación.

“Estamos confirmand­o a nuestro pueblo que ahí estará la delegación del gobierno presidida por el canciller Denis Moncada” con el ánimo de trabajar “desde el diálogo por la paz”, dijo la vicepresid­enta y portavoz oficial Rosario Murillo.

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En medio del paro, grupos paramilita­res dispararon contra manifestan­tes./AFP

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