Arranque explosivo
Un sedán que en cada revolución responde a cualquier exigencia de manejo dentro y fuera de la pista
Una de las gamas más completas dentro de la industria automotriz es la de la familia M de la firma alemana, donde cada modelo lleva tus emociones al límite al tomar el volante. En esta ocasión Autos OEM, tuvo la oportunidad de manejar durante una semana el BMW M3 con paquete Competition.
El nombre M proviene de Motorsport; este departamento modifica tanto el chasis, la carrocería como el motor y así otorga mejores prestaciones.
Al exterior, sus grandes tomas de aire en la parte delantera resaltan su espíritu deportivo; la tradicional parrilla de riñón de rejillas dobles en negro enmarcada por los faros de LED alargados le otorgan una mirada directa y agresiva, mientras que las líneas de su cofre aumentan su apariencia sport.
Lateralmente sus líneas son atléticas y firmes, además de sus espectaculares rines de 20 pulgadas. La parte posterior completa el cuadro con un doble juego de escapes cromados y un ligero spoiler sobre la cajuela.
Por dentro encontramos los tradicionales materiales de alta calidad que distinguen a todos los modelos de la marca, solo que con asientos deportivos, así como múltiples detalles de aluminio que impiden que olvidemos que se trata de un vehículo hecho para llevar nuestra experiencia de manejo al límite.
CONQUISTA EL ASFALTO
Un desempeño sorprendente de este alemán, pues en cada aceleración su respuesta y agilidad en el camino no se hizo esperar.
El BMW M3 con paquete Competition es impulsado por un motor seis cilindros en línea TwinPower Turbo (biturbo) que entrega una potencia de 450 caballos de fuerza.
Desde que lo encendimos nos dejamos envolver por su extraordinario sonido; nuestro primera experiencia fue por la caótica Ciudad de México, donde uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos son las irregularidades del camino, pero para nuestra tranquilidad el comportamiento de este vehículo es muy bueno. Absorbía de forma adecuada, aunque pasamos con precaución los topes para evitar algún inconveniente, debido a que es un poco bajo.
Para sentir la verdadera potencia que es capaz de entregar este alemán, lo llevamos a la carretera y pisamos el acelerador a fondo en las largas rectas, donde nos sorprendió su empuje y su balance perfecto.
En las curvas, la dirección es precisa y te permite tomarlas con buen ritmo, tiene un excelente balance de pesos adecuado para no perder la sensación de seguridad en ningún momento. Una parte crucial de la experiencia de conducción es su sistema de frenado, ya que este es preciso y eficiente.
Con este modelo, BMW refrenda su estatus de una marca que no sólo entrega algunos de los autos más lujosos del mercado, sino que además es capaz de llevarnos a un nivel de deportividad con su división M, que jamás habíamos imaginado. Tecnología, seguridad, elegancia y potencia en un solo vehículo.