"El presidente debe gobernar para todos"
En entrevista acepta que igual que en política ha habido malos empresarios, pero ahora hay que apostarle a los buenos
CDMX.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está obligado a gobernar para todos, sin distinciones, dice Carlos Salazar Lomelín, quien a partir de febrero podría convertirse en el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El industrial regiomontano de larga carrera en el Grupo Fomento Económico Mexicano (FEMSA), donde hoy funge como asesor del presidente del Consejo de Administración, fue postulado por seis de los siete sectores representados en el CCE para ocupar la presidencia del organismo en el periodo 2019-2020.
Esos dos años serán los primeros del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su discurso al asumir el cargo público fijó su postura: se habrá de separar el poder económico del político.
El Estado mexicano dejará de ser un simple facilitador para el saqueo, dio a conocer.
En entrevista con
Salazar Lomelín responde sobre los retos de representar al máximo órgano de representación del empresariado en el contexto de la Cuarta Transformación.
En la arena pública “hay momentos para debatir y puede haber diferentes puntos de vista, lo que no puede haber es una denostación de que hay buenos y malos y que hay mexicanos de primera y de segunda”, dice el candidato quien tiene el respaldo de la Confederación Nacional de Industriales (Concamin), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la Asociación de Bancos de México (ABM), el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Salazar Lomelín reconoce sin embargo que ha habido, como en todos lados, malos empresarios y malos políticos, pero en esta Cuarta Transformación, el cambio más importante es apostarle a los buenos, a que tenemos capacidades y a que se puede dar un salto.
Asegura que hay coincidencias entre el sector privado y el presidente, especialmente en temas como el combate a la corrupción.
“Como bien ha dicho él, lo vamos a enfrentar (este problema) desde el punto de vista político, económico, social, para que acabemos con este lastre que tiene nuestro país, que va a lograr que tengamos un proceso de baja inflación, de creación de empleos, de certeza”.
El cohecho -dice- es un mal que tiene consecuencias en la vida de todos los mexicanos y que ha sido un ancla histórica que impide el desarrollo del país.
“La corrupción nos afecta a todos, pero especialmente al que invierte, al que toma riesgos, al que trata de desarrollar una actividad productiva, a todos los agentes económicos del país. Nos vemos afectados, limitados, porque tenemos un problema de corrupción”.
Pero insiste en una necesaria agenda común entre la administración de López Obrador y el CCE.
“La propuesta del nuevo gobierno de abatir los problemas sociales son temas que el sector empresarial, quizás con otras palabras y otras formas, hemos ampliamente apuntado y me parece una oportunidad histórica de que queden en primer lugar en la agenda”. Por ello, en caso de ganar, adelantó que presentará una agenda proactiva al gobierno federal, en lugar de actuar de forma “reactiva”, aunque no dio detalles sobre sus iniciativas. Los objetivos deben estar claros, precisó el ejecutivo de la envasadora más grande de Coca-Cola. PERFIL NEGOCIADOR Después de la elección presidencial, el empresariado inició una “luna de miel” con el presidente Andrés Manuel López Obrador, periodo que apenas duró tres meses, pues para el 29 de octubre, el anuncio de la cancelación del aeropuerto de Texcoco encendió la mecha.
El fuego se extendió a través de iniciativas como la propuesta de eliminar o bajar algunas comisiones bancarias, la de desaparecer las Administradoras de Fondos para el Retiro o cambiar la regulación minera.
El perfil que busca ahora la cúpula que aglutina a siete organismos empresariales es el de un líder que funcione como “contrapeso” ante las políticas del presidente López Obrador, pero que también tenga la capacidad de mantener la puerta abierta a la negociación, señaló Juan Pablo Castañón, actual presidente del CCE en un reciente comunicado.
Salazar Lomelín no obtiene aún el respaldo del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), pues su actual presidente Bosco de la Vega, también está en la planilla por la presidencia del CCE. Sin embargo, no se descarta que al final logre la candidatura de unidad.
El próximo presidente del CCE será electo el 19 de enero en la Sesión de Consejo Nacional, y para la segunda quincena de febrero se hará el relevo.
“Lo que no puede haber es una denostación de que hay buenos y malos”